Lectura de hoy
No te quejes
Filipenses 4:11-13
No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación...
REFLEXIÓN
Un grupo de misioneros, caminaban de un pueblo llamado San Francisco a Santa Catarina Loxicha...
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Estudio Bíblico de la semana
Sistemas de defensa
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Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de la fe y del amor, y con la esperanza de salvación como casco. 1 Tesalonicenses 5:8
Reflexión
Hace unos cuantos años, el Servicio Secreto de los Estados Unidos observó que un alto funcionario del gobierno parecía ser el «menos protegido» de los miembros del gabinete. De manera que instalaron en la oficina del funcionario en Washington cuatro puertas de seguridad hechas de vidrio a un precio de 58.000 dólares. Además de éstas, había un par de enormes puertas gruesas de madera que eran imposibles de derribar.
Posteriormente, cuando la persona que supervisa los gastos miró los resultados, notó que las nuevas puertas de seguridad siempre «estaban abiertas y sin vigilancia». Así que su valor para brindar seguridad era cero.
Mis queridos hermanos y amigos, en este incidente hay un paralelo espiritual. El Señor ha provisto la armadura completa que necesitamos para enfrentar todo tipo de prueba y tentación. La lectura de hoy habla de la «la coraza de fe y amor». Cuando los problemas invaden nuestras vidas, la fe los puede desarmar, el amor impide que las dificultades nos lleven a encerrarnos en nosotros mismos y a ahogarnos en autocompasión. El amor concentra nuestra atención en las necesidades y el bienestar de los demás.
El yelmo o casco de «la esperanza de salvación» es una espera confiada en el rescate divino, el cual nos puede guardar de no perder la cabeza en medio del desorden.
Recordemos, nuestro sistema de defensa no es automático. Para que sean útiles, los recursos de nuestro Señor deben ponerse en uso. ¿Están nuestros recursos ociosos?
Que Dios te bendiga
Posteriormente, cuando la persona que supervisa los gastos miró los resultados, notó que las nuevas puertas de seguridad siempre «estaban abiertas y sin vigilancia». Así que su valor para brindar seguridad era cero.
Mis queridos hermanos y amigos, en este incidente hay un paralelo espiritual. El Señor ha provisto la armadura completa que necesitamos para enfrentar todo tipo de prueba y tentación. La lectura de hoy habla de la «la coraza de fe y amor». Cuando los problemas invaden nuestras vidas, la fe los puede desarmar, el amor impide que las dificultades nos lleven a encerrarnos en nosotros mismos y a ahogarnos en autocompasión. El amor concentra nuestra atención en las necesidades y el bienestar de los demás.
El yelmo o casco de «la esperanza de salvación» es una espera confiada en el rescate divino, el cual nos puede guardar de no perder la cabeza en medio del desorden.
Recordemos, nuestro sistema de defensa no es automático. Para que sean útiles, los recursos de nuestro Señor deben ponerse en uso. ¿Están nuestros recursos ociosos?
Que Dios te bendiga