Lectura de hoy
Ángel de la muerte
Eclesiastés 7:14
En el día del bien goza del bien, y en el día de la adversidad, reflexiona. Dios hizo tanto...
REFLEXIÓN
En cierta ocasión, el amo de una viña grande mandó a uno de sus mejores criados a realizar...
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Estudio Bíblico de la semana
F.05.- El fruto del Espíritu
Estudio detallado del fruto del Espíritu Santo y su significado en la vida del creyente ... |
Juego de niños
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En aquel tiempo los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
—¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?
Llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo:
—De cierto os digo que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. Mateo 18:1-4
Reflexión
Después que una tormenta sorpresa cubriera de nieve el Medio Oriente, una foto del periódico mostró a cuatro hombres armados sonriendo mientras construían un muñeco de nieve fuera de las maltrechas murallas de un cuartel general militar. El clima invernal también hizo que se cancelara una protesta y se retrasara un debate sobre asuntos parlamentarios de mucha importancia. Se vieron jugando en la nieve, hombres con túnicas largas y mujeres con vestidos negros tradicionales y pañuelos en la cabeza. Hay algo en la nieve que saca el niño que hay en todos nosotros.
Y hay algo en el evangelio que nos llama a abandonar nuestras profundas hostilidades y sentimientos de importancia propia en favor de una humildad y una fe infantiles. Cuando a Jesús le preguntaron: "¿Quién es, entonces, el mayor en el reino de los cielos?" llamó a un niño pequeño para que se le acercara y dijo: "Si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos".
Mis queridos hermanos y amigos, se ha dicho que la edad disminuye nuestra imaginación, esperanzas y posibilidades. Mientras más envejecemos, más fácilmente decimos: "Eso nunca podría suceder." Pero en la mente de un niño, Dios puede hacer cualquier cosa. Una fe infantil maravillada y con confianza en Dios abre la puerta del reino de los cielos. La fe brilla más en un corazón que es como el de un niño.
Que Dios te bendiga
Y hay algo en el evangelio que nos llama a abandonar nuestras profundas hostilidades y sentimientos de importancia propia en favor de una humildad y una fe infantiles. Cuando a Jesús le preguntaron: "¿Quién es, entonces, el mayor en el reino de los cielos?" llamó a un niño pequeño para que se le acercara y dijo: "Si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos".
Mis queridos hermanos y amigos, se ha dicho que la edad disminuye nuestra imaginación, esperanzas y posibilidades. Mientras más envejecemos, más fácilmente decimos: "Eso nunca podría suceder." Pero en la mente de un niño, Dios puede hacer cualquier cosa. Una fe infantil maravillada y con confianza en Dios abre la puerta del reino de los cielos. La fe brilla más en un corazón que es como el de un niño.
Que Dios te bendiga