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Compartir la luz

Publicación:  viernes 12 abril 2024   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de una vasija, sino sobre el candelero para que alumbre a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:14-16


Reflexión

Hu-Song, filósofo de Oriente, contó a sus discípulos la siguiente historia:

"... Varios hombres habían quedado encerrados por error en una oscura caverna donde no podían ver casi nada. Pasó algún tiempo y uno de ellos logró encender una pequeña tea. Pero la luz que daba era tan escasa que aun así no se podía ver nada. Al hombre, sin embargo, se le ocurrió que con su luz podía ayudar a que cada uno de los demás encendiera su propia tea y así, compartiendo la llama con todos, la caverna se iluminó".

Uno de los discípulos preguntó a Hu-Song:

"Qué nos enseña, maestro, este relato?"

Hu-Song contestó:

"Nos enseña que nuestra luz sigue siendo oscuridad si no la compartimos con el prójimo. Y también nos dice que el compartir nuestra luz no la desvanece, sino que, por el contrario, la hace crecer."

Mis queridos hermanos y amigos, la luz que vino al mundo, Jesús, es una que ilumina a aquellos que la portan. Es muy extraña porque es como un tesoro que, cuando se comparte, lejos de disminuirse aumenta, lejos de empobrecernos… nos enriquece. Compartámoslo y enriquezcámonos con él.

Que Dios te bendiga