Lectura de hoy
Al rojo vivo
1 Juan 4:4
Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros...
REFLEXIÓN
Cierto día un joven estaba en el taller de un herrero, y este se mofaba del muchacho diciéndole:...
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Estudio Bíblico de la semana
H.02.- La era de la inocencia
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El presente estudio analiza, dentro de la historia bíblica, el intervalo de tiempo ocurrido entre la creación del ser humano hasta su caída. ... |
Decepción del pecado
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¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerlo, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte o sea de la obediencia para justicia? Romanos 6:16
Reflexión
Hace años, el famoso comentarista Paul Harvey, describió cómo el esquimal mata al lobo.
Primero cubre su cuchillo con la sangre de un animal y luego deja que se congele. Luego añade otra capa de sangre y deja que también se congele. Repite el proceso una y otra vez hasta que el cuchillo está totalmente cubierto con sangre congelada. El cazador ártico entonces toma el cuchillo y lo coloca en la tierra con la hoja extendida para arriba. Sin sospechar cosa alguna, el lobo huele la sangre y empieza a lamer la sangre congelada. Entre más lame el lobo la sangre, más vigorosamente crece su apetito para la sangre. Sin saber lo que está haciendo el lobo empieza a cortar su propia lengua. El lobo entonces empieza a saciar su sed por sangre con su propia sangre. Su deseo perpetuo no se satisface hasta estar completamente muerto.
Mis queridos hermanos y amigos, al igual que el cuchillo del esquimal, el pecado está envuelto de la manera más atractiva, pero siempre contiene una hoja de cuchillo de destrucción mortal. Las Escrituras no nos mandan a enfrentar las tentaciones, nos mandan a huir de ellas.
Que Dios te bendiga
Primero cubre su cuchillo con la sangre de un animal y luego deja que se congele. Luego añade otra capa de sangre y deja que también se congele. Repite el proceso una y otra vez hasta que el cuchillo está totalmente cubierto con sangre congelada. El cazador ártico entonces toma el cuchillo y lo coloca en la tierra con la hoja extendida para arriba. Sin sospechar cosa alguna, el lobo huele la sangre y empieza a lamer la sangre congelada. Entre más lame el lobo la sangre, más vigorosamente crece su apetito para la sangre. Sin saber lo que está haciendo el lobo empieza a cortar su propia lengua. El lobo entonces empieza a saciar su sed por sangre con su propia sangre. Su deseo perpetuo no se satisface hasta estar completamente muerto.
Mis queridos hermanos y amigos, al igual que el cuchillo del esquimal, el pecado está envuelto de la manera más atractiva, pero siempre contiene una hoja de cuchillo de destrucción mortal. Las Escrituras no nos mandan a enfrentar las tentaciones, nos mandan a huir de ellas.
Que Dios te bendiga