Lectura de hoy
Comida para perros
Mateo 19:13-15
Entonces le fueron presentados unos niños para que pusiera las manos sobre ellos y orara...
REFLEXIÓN
Normalmente los productos se prueban primero en animales para comprobar si son aptos para...
» Continúa » Escuchar Audio
Reciba diariamente la Lectura de Hoy en su correo electrónico sin ningún compromiso.
Estudio Bíblico de la semana
A.04.- Siguiendo a Jesús
![]() |
Este estudio nos lleva a reflexionar sobre la verdadera naturaleza del cristianismo como una forma de vida. ... |
Decepción del pecado
Tweet
¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerlo, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte o sea de la obediencia para justicia? Romanos 6:16
Reflexión
Hace años, el famoso comentarista Paul Harvey, describió cómo el esquimal mata al lobo.
Primero cubre su cuchillo con la sangre de un animal y luego deja que se congele. Luego añade otra capa de sangre y deja que también se congele. Repite el proceso una y otra vez hasta que el cuchillo está totalmente cubierto con sangre congelada. El cazador ártico entonces toma el cuchillo y lo coloca en la tierra con la hoja extendida para arriba. Sin sospechar cosa alguna, el lobo huele la sangre y empieza a lamer la sangre congelada. Entre más lame el lobo la sangre, más vigorosamente crece su apetito para la sangre. Sin saber lo que está haciendo el lobo empieza a cortar su propia lengua. El lobo entonces empieza a saciar su sed por sangre con su propia sangre. Su deseo perpetuo no se satisface hasta estar completamente muerto.
Mis queridos hermanos y amigos, al igual que el cuchillo del esquimal, el pecado está envuelto de la manera más atractiva, pero siempre contiene una hoja de cuchillo de destrucción mortal. Las Escrituras no nos mandan a enfrentar las tentaciones, nos mandan a huir de ellas.
Que Dios te bendiga
Primero cubre su cuchillo con la sangre de un animal y luego deja que se congele. Luego añade otra capa de sangre y deja que también se congele. Repite el proceso una y otra vez hasta que el cuchillo está totalmente cubierto con sangre congelada. El cazador ártico entonces toma el cuchillo y lo coloca en la tierra con la hoja extendida para arriba. Sin sospechar cosa alguna, el lobo huele la sangre y empieza a lamer la sangre congelada. Entre más lame el lobo la sangre, más vigorosamente crece su apetito para la sangre. Sin saber lo que está haciendo el lobo empieza a cortar su propia lengua. El lobo entonces empieza a saciar su sed por sangre con su propia sangre. Su deseo perpetuo no se satisface hasta estar completamente muerto.
Mis queridos hermanos y amigos, al igual que el cuchillo del esquimal, el pecado está envuelto de la manera más atractiva, pero siempre contiene una hoja de cuchillo de destrucción mortal. Las Escrituras no nos mandan a enfrentar las tentaciones, nos mandan a huir de ellas.
Que Dios te bendiga