Lectura de hoy
¿Buena Suerte? ¿Mala Suerte? ¿Quién Sabe?
Romanos 8:28
Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a...
REFLEXIÓN
Una historia china habla de un anciano labrador que tenía un viejo caballo para cultivar...
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Estudio Bíblico de la semana
Solo hay que ver hacia arriba
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Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12:1-2
Reflexión
Los animales a veces nos recuerdan a las personas. Veamos algunos de ellos:
El zopilote o buitre: Si ponemos a un zopilote o buitre en un risco de 2x3 metros que está completamente abierto por arriba, el pájaro a pesar de su habilidad de volar, será un prisionero sin remedio. La razón es que el zopilote siempre empieza su vuelo desde el suelo corriendo una distancia de 3 a 4 metros para poder elevarse. Sin espacio para correr, como es su hábito, nunca intentaría volar; sería un prisionero de por vida en una cárcel pequeña sin techo.
El murciélago: El murciélago común que vuela por la noche, esa increíble y ágil criatura que vemos cruzar los aires nocturnos, no puede despegar desde un lugar plano. Si lo colocamos en el piso o en una superficie plana, todo lo que puede hacer es mover sus alas desordenadamente y sin duda dolorosamente, hasta que alcance alguna pequeña elevación desde la cual pueda lanzarse al aire. Entonces, repentinamente puede volar.
El abejorro: Si lanzamos un abejorro dentro de un vaso sin tapar, permanecerá allí hasta que muera. A menos que se le saque, no puede encontrar la forma para escapar por arriba, pero persiste en tratar de encontrar una manera de salir por los lados o por debajo. Buscará su salida donde no existe, hasta que se destruya a sí mismo completamente.
Las personas: En muchas formas nos asemejamos a los zopilotes, los murciélagos y los abejorros. Luchamos con nuestros problemas y frustraciones sin realizar que todo lo que tenemos que hacer es mirar hacia arriba. ¡Esa es la respuesta, la ruta de escape y la solución a nuestros problemas. ¡Solo hay que ver hacia arriba!
Mis queridos hermanos y amigos, la tristeza mira hacia atrás, las preocupaciones miran alrededor pero la fe mira hacia arriba.
Vivamos sencillamente, amemos generosamente, ocupémonos de los demás con profundidad, hablemos con amabilidad y confiemos en nuestro Señor que nos ama. Es precisamente así como vivimos una vida cristiana… mirando hacia arriba.
Que Dios te bendiga
El zopilote o buitre: Si ponemos a un zopilote o buitre en un risco de 2x3 metros que está completamente abierto por arriba, el pájaro a pesar de su habilidad de volar, será un prisionero sin remedio. La razón es que el zopilote siempre empieza su vuelo desde el suelo corriendo una distancia de 3 a 4 metros para poder elevarse. Sin espacio para correr, como es su hábito, nunca intentaría volar; sería un prisionero de por vida en una cárcel pequeña sin techo.
El murciélago: El murciélago común que vuela por la noche, esa increíble y ágil criatura que vemos cruzar los aires nocturnos, no puede despegar desde un lugar plano. Si lo colocamos en el piso o en una superficie plana, todo lo que puede hacer es mover sus alas desordenadamente y sin duda dolorosamente, hasta que alcance alguna pequeña elevación desde la cual pueda lanzarse al aire. Entonces, repentinamente puede volar.
El abejorro: Si lanzamos un abejorro dentro de un vaso sin tapar, permanecerá allí hasta que muera. A menos que se le saque, no puede encontrar la forma para escapar por arriba, pero persiste en tratar de encontrar una manera de salir por los lados o por debajo. Buscará su salida donde no existe, hasta que se destruya a sí mismo completamente.
Las personas: En muchas formas nos asemejamos a los zopilotes, los murciélagos y los abejorros. Luchamos con nuestros problemas y frustraciones sin realizar que todo lo que tenemos que hacer es mirar hacia arriba. ¡Esa es la respuesta, la ruta de escape y la solución a nuestros problemas. ¡Solo hay que ver hacia arriba!
Mis queridos hermanos y amigos, la tristeza mira hacia atrás, las preocupaciones miran alrededor pero la fe mira hacia arriba.
Vivamos sencillamente, amemos generosamente, ocupémonos de los demás con profundidad, hablemos con amabilidad y confiemos en nuestro Señor que nos ama. Es precisamente así como vivimos una vida cristiana… mirando hacia arriba.
Que Dios te bendiga