Lectura de hoy
¿Buena Suerte? ¿Mala Suerte? ¿Quién Sabe?
Romanos 8:28
Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a...
REFLEXIÓN
Una historia china habla de un anciano labrador que tenía un viejo caballo para cultivar...
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Estudio Bíblico de la semana
La siesta del oso
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Muchos dolores habrá para el impío; mas al que espera en Jehová, lo rodea la misericordia. Salmos 32:10
Reflexión
Era un sábado por la tarde cuando un oso estaba caminando por la orilla del puente. Repentinamente dos autos pasaron por allí y lo espantaron cayéndose por un costado, pero alcanzó a sostenerse del arco del mismo puente. No podía ni salirse ni saltar.
Las autoridades pensaron que nada se podía hacer porque ya era tarde. Al día siguiente, cuando regresaron, encontraron al oso durmiendo muy tranquilo donde estaba atrapado.
Después de asegurar una red debajo del puente, le aplicaron un tranquilizante. El oso cayó en la red, lo bajaron, se despertó y caminó.
Mis queridos hermanos y amigos, hay una moraleja en esta historia: Puede ser que este oso haya hecho un movimiento equivocado y terminó colgando de sus uñas. De alguna manera se las arregló para ponerse en el arco del puente, donde se dio cuenta que estaba en una mala, pero muy mala e imposible situación. ¿Qué fue lo que hizo? ¡Se tomó una siesta! Y la situación se le resolvió sola mientras él dormía.
La moraleja es que cuando confrontemos una mala situación, algunas veces la mejor solución es... tomárselo con calma y esperar. ¡Relajémonos, tomémonos un descanso y dejemos a Dios hacer el trabajo!
No sabemos como se sintió el oso, pero su instinto fue relajarse y esperar. Bueno, a veces también para nosotros los humanos funciona así, relajarse y esperar, esperar en nuestro Señor, Él siempre está allí, esperemos en Él.
Que Dios te bendiga
Las autoridades pensaron que nada se podía hacer porque ya era tarde. Al día siguiente, cuando regresaron, encontraron al oso durmiendo muy tranquilo donde estaba atrapado.
Después de asegurar una red debajo del puente, le aplicaron un tranquilizante. El oso cayó en la red, lo bajaron, se despertó y caminó.
Mis queridos hermanos y amigos, hay una moraleja en esta historia: Puede ser que este oso haya hecho un movimiento equivocado y terminó colgando de sus uñas. De alguna manera se las arregló para ponerse en el arco del puente, donde se dio cuenta que estaba en una mala, pero muy mala e imposible situación. ¿Qué fue lo que hizo? ¡Se tomó una siesta! Y la situación se le resolvió sola mientras él dormía.
La moraleja es que cuando confrontemos una mala situación, algunas veces la mejor solución es... tomárselo con calma y esperar. ¡Relajémonos, tomémonos un descanso y dejemos a Dios hacer el trabajo!
No sabemos como se sintió el oso, pero su instinto fue relajarse y esperar. Bueno, a veces también para nosotros los humanos funciona así, relajarse y esperar, esperar en nuestro Señor, Él siempre está allí, esperemos en Él.
Que Dios te bendiga