Lectura de hoy
Como los árboles de California
1 Corintios 12:26-27
Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos...
REFLEXIÓN
Aunque nunca he visto los árboles Sequoia de California, conocidos como los "Redwoods", me...
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Estudio Bíblico de la semana
Como para usted mismo
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No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás. Filipenses 2:3-4
Reflexión
Un conductor de autobús se sintió molesto con lo que observó. Al final de su ruta había un campo desierto donde los "irresponsables" de la localidad habían arrojado su basura, transformándolo en un basurero clandestino. El conductor tenía allí una parada de al menos siete minutos varias veces por día. Se había cansado de ver este desorden y un día decidió salir de su autobús y emplear los pocos minutos de su tiempo de espera recogiendo algunas botellas y latas.
Al día siguiente trajo una bolsa mayor y unos guantes y durante cada parada juntaba un poco más de basura. Después de una semana de hacerlo, estaba tan animado por el cambio que había conseguido en el campo, que decidió emplear todo su tiempo libre para limpiar el lugar. Trabajó durante todos los meses de invierno y, cuando llegó la primavera, decidió sembrar algunas flores.
Al final del verano, algunos de sus constantes pasajeros comenzaron a ir con él hasta el final del recorrido solamente para ver lo que el conductor había logrado. Había convertido un basurero en un prado, en períodos de unos pocos minutos al día y toda la comunidad se había beneficiado de ello.
Mis queridos hermanos y amigos, nuestros vecindarios son tan buenos como aquellos que vivimos en ellos. ¡Hagamos del nuestro un lugar aun mejor para que nosotros y nuestros vecinos podamos llamarlo hogar!
Que Dios te bendiga
Al día siguiente trajo una bolsa mayor y unos guantes y durante cada parada juntaba un poco más de basura. Después de una semana de hacerlo, estaba tan animado por el cambio que había conseguido en el campo, que decidió emplear todo su tiempo libre para limpiar el lugar. Trabajó durante todos los meses de invierno y, cuando llegó la primavera, decidió sembrar algunas flores.
Al final del verano, algunos de sus constantes pasajeros comenzaron a ir con él hasta el final del recorrido solamente para ver lo que el conductor había logrado. Había convertido un basurero en un prado, en períodos de unos pocos minutos al día y toda la comunidad se había beneficiado de ello.
Mis queridos hermanos y amigos, nuestros vecindarios son tan buenos como aquellos que vivimos en ellos. ¡Hagamos del nuestro un lugar aun mejor para que nosotros y nuestros vecinos podamos llamarlo hogar!
Que Dios te bendiga