Lectura de hoy
Por un simple acto
Romanos 8:28
Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a...
REFLEXIÓN
Un Día de Acción de Gracias hace muchos años, una joven familia despertó en una situación...
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Estudio Bíblico de la semana
F.03.- La Intercesión
Estudio que se ocupa de contestar a la pregunta ¿Cómo le pido a Dios? ... |
Kilómetro extra
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Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Mateo 5:39-41
Reflexión
El jefe de ventas de una compañía de seguros le dijo a un grupo de vendedores que no eran lo suficientemente agresivos, ni sociables para triunfar en las ventas. Después de estas palabras “de estímulo”, uno de los vendedores de seguros miró por la ventana y tuvo una idea.
En la parte externa de su ventana, en el piso decimoséptimo, vio un andamio con algunos empleados lavando ventanas desde allí.
Rápidamente escribió una nota y la sostuvo contra la ventana para que la pudiesen ver. La nota les preguntaba si no estaban interesados en un seguro de vida, accidente o invalidez.
Los hombres respondieron, bromeando, que no podían parar con lo que estaban haciendo para hablar con él, pero si deseaba unirse a ellos sobre el andamio, estaban dispuestos a escucharlo mientras trabajaban. ¡El vendedor aceptó su propuesta! Usando un cable adicional desde el techo, se bajó él mismo hasta el andamio. En el transcurso de su conversación, ¡le vendió a uno de los hombres un seguro de vida por cincuenta mil dólares!
Mis queridos hermanos y amigos, como el vendedor de seguros, a veces nosotros debemos ir a lugares especiales y encontrarnos en situaciones especiales, caminando el kilómetro extra. En los tiempos del Imperio Romano, sus soldados tenían el derecho de exigir a cualquier persona de un territorio ocupado, llevar una carga por una milla. En el Sermón del Monte el Señor nos invita a preguntarle al opresor ¿No deseas que lleve tu carga una milla extra? De allí se deriva la frase proverbial de recorrer una milla extra. Para el Señor, la milla extra es hacer más de lo que nos piden, más de lo que se necesita. Reflejaremos el amor de Dios en nosotros, de nosotros a nuestro prójimo y de nosotros a nuestro Señor cuando recorramos… esa milla extra.
Que Dios te bendiga
En la parte externa de su ventana, en el piso decimoséptimo, vio un andamio con algunos empleados lavando ventanas desde allí.
Rápidamente escribió una nota y la sostuvo contra la ventana para que la pudiesen ver. La nota les preguntaba si no estaban interesados en un seguro de vida, accidente o invalidez.
Los hombres respondieron, bromeando, que no podían parar con lo que estaban haciendo para hablar con él, pero si deseaba unirse a ellos sobre el andamio, estaban dispuestos a escucharlo mientras trabajaban. ¡El vendedor aceptó su propuesta! Usando un cable adicional desde el techo, se bajó él mismo hasta el andamio. En el transcurso de su conversación, ¡le vendió a uno de los hombres un seguro de vida por cincuenta mil dólares!
Mis queridos hermanos y amigos, como el vendedor de seguros, a veces nosotros debemos ir a lugares especiales y encontrarnos en situaciones especiales, caminando el kilómetro extra. En los tiempos del Imperio Romano, sus soldados tenían el derecho de exigir a cualquier persona de un territorio ocupado, llevar una carga por una milla. En el Sermón del Monte el Señor nos invita a preguntarle al opresor ¿No deseas que lleve tu carga una milla extra? De allí se deriva la frase proverbial de recorrer una milla extra. Para el Señor, la milla extra es hacer más de lo que nos piden, más de lo que se necesita. Reflejaremos el amor de Dios en nosotros, de nosotros a nuestro prójimo y de nosotros a nuestro Señor cuando recorramos… esa milla extra.
Que Dios te bendiga