Hoy es Abril 19, 2024
Lectura de hoy
Ángel de la muerte
Eclesiastés 7:14
En el día del bien goza del bien, y en el día de la adversidad, reflexiona. Dios hizo tanto...
REFLEXIÓN
En cierta ocasión, el amo de una viña grande mandó a uno de sus mejores criados a realizar...
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Estudio Bíblico de la semana
F.05.- El fruto del Espíritu
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Estudio detallado del fruto del Espíritu Santo y su significado en la vida del creyente ... |
Sensibilidad
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Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino. Salmos 119:105
Reflexión
En la Gran Isla de Hawai crece una pequeña planta delicada cuyo nombre es Sensitiva, miembro de la familia de Mimosa. Su nombre se debe a un movimiento que hace cuando algo, incluso un cambio en el viento, la roza o atraviesa. En ese instante, la planta tropical americana, con tronco y espinas, se pega a la tierra. A menos que se esté observando directamente, no se podrá distinguir la hierba de la maleza del área y podría ser aplastada con facilidad debajo de los pies de algún transeúnte.
Cuando el sol se levanta en el pacífico sur, la diminuta Sensitiva se abre tan amplia como le es posible y se eleva hacia la calidez de los rayos nacientes del sol. Esta minúscula y plegable planta, tiene un mecanismo inherente que causa que se doble con facilidad y se recoja, resguardándose de cualquier cosa que pueda causarle daño. Sin embargo, la Sensitiva no puede distinguir entre un segador de césped que viene hacia ella para cortarla, o el hombre que se acerca para protegerla.
Mis queridos hermanos y amigos, cada uno de nosotros posee la innata necesidad de guardarse del daño y de aquellos que podrían lastimarnos. Dios nos ofrece Su Palabra como manual para equiparnos, con el fin de estar alertas a los designios del enemigo y prepararnos para saber cómo protegernos. Al contrario de la Sensitiva, nosotros sí podemos distinguir entre lo que conviene y no conviene, a través de Su Palabra.
Podemos despertar mañana, aun cuando llueva o truene y recibir Su calidez, amor y protección en el día que comienza para nosotros. Dios nos bendijo con Su sensibilidad, pero debemos estar alerta, usando las herramientas que proveyó para nosotros sus hijos. Él nos cuida todos los días y nos dejó Su Palabra como herramienta, para vivir nuestra vida conforme a Su voluntad.
Que Dios te bendiga
Cuando el sol se levanta en el pacífico sur, la diminuta Sensitiva se abre tan amplia como le es posible y se eleva hacia la calidez de los rayos nacientes del sol. Esta minúscula y plegable planta, tiene un mecanismo inherente que causa que se doble con facilidad y se recoja, resguardándose de cualquier cosa que pueda causarle daño. Sin embargo, la Sensitiva no puede distinguir entre un segador de césped que viene hacia ella para cortarla, o el hombre que se acerca para protegerla.
Mis queridos hermanos y amigos, cada uno de nosotros posee la innata necesidad de guardarse del daño y de aquellos que podrían lastimarnos. Dios nos ofrece Su Palabra como manual para equiparnos, con el fin de estar alertas a los designios del enemigo y prepararnos para saber cómo protegernos. Al contrario de la Sensitiva, nosotros sí podemos distinguir entre lo que conviene y no conviene, a través de Su Palabra.
Podemos despertar mañana, aun cuando llueva o truene y recibir Su calidez, amor y protección en el día que comienza para nosotros. Dios nos bendijo con Su sensibilidad, pero debemos estar alerta, usando las herramientas que proveyó para nosotros sus hijos. Él nos cuida todos los días y nos dejó Su Palabra como herramienta, para vivir nuestra vida conforme a Su voluntad.
Que Dios te bendiga