Lectura de hoy

El hombre que tenía mucho

Hechos 2:44-47

Todos los que habían creído estaban juntos y tenían en común todas las cosas: vendían...

REFLEXIÓN

Una vez había una familia que no era ni rica ni pobre. Vivían en una pequeña casa de campo...

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Un hombre de negocios

Publicación:  martes 29 noviembre 2022   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



...“Amarás a tu prójimo como a ti mismo” Mateo 22:39


Reflexión

Un hombre de negocios arrojó apresuradamente un dólar en la taza de un hombre que estaba vendiendo flores en una esquina y luego se alejó. A media cuadra de distancia se dio vuelta súbitamente y regresó hasta donde estaba el mendigo.

-"Lo lamento", dijo, sacando una flor del ramo que el mendigo tenía en una lata a su lado. "En mi apuro dejé de efectuar mi compra. Después de todo, usted es un hombre de negocios igual que yo. Su mercadería está a buen precio y es de buena calidad. Espero que no se haya disgustado con mi falta de atención en mi compra". Y diciendo eso, el hombre de negocios sonrió y se alejó con una flor en la mano.

Semanas después, mientras almorzaba, se le aproximó al hombre de negocios un hombre bien parecido, vestido con pulcritud, quien se presentó a sí mismo y luego le dijo:

- "Estoy seguro que usted no me recuerda y yo ni siquiera sé su nombre, pero su rostro es uno que nunca olvidaré. Usted es el hombre que me inspiró para que hiciera algo de mí mismo. Yo era un vagabundo vendiendo flores marchitas hasta que usted me devolvió mi amor propio. Ahora creo que soy un hombre de negocios y usted, con su acción, cambió mi vida".

Mis queridos hermanos y amigos, el amor propio es vital para toda persona. Propongámonos en nuestro corazón elevar el respeto y la autoestima en otros. Porque en la medida en que nos sintamos bien con nosotros mismos, estaremos en capacidad de hacer sentirse bien a los demás y en la medida en que tengamos nuestro amor propio en el lugar correcto, podremos amar a los demás como a nosotros mismos. Es una cadena irrompible. Aprendamos a ver a los demás, no con nuestros ojos, sino con los ojos de nuestro Señor. Así veremos su verdadero valor.

Que Dios te bendiga