Lectura de hoy
Como los árboles de California
1 Corintios 12:26-27
Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos...
REFLEXIÓN
Aunque nunca he visto los árboles Sequoia de California, conocidos como los "Redwoods", me...
» Continúa » Escuchar AudioReciba diariamente la Lectura de Hoy en su correo electrónico sin ningún compromiso.
Estudio Bíblico de la semana
La joya
Tweet
...y la esperanza no nos defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. Romanos 5:5
Reflexión
Un monje andariego se encontró, en uno de sus viajes, una piedra preciosa y la guardó en su bolsa.
Un día se encontró con un viajero y, al abrir su bolsa para compartir con él sus provisiones, el viajero vio la joya y se la pidió. El monje se la dio sin más.
El viajero le dio las gracias y se marchó lleno de gozo con aquel regalo inesperado que bastaría para darle riqueza y seguridad el resto de sus días.
Sin embargo, pocos días después volvió en busca del monje mendicante, lo encontró, le devolvió la joya y le suplicó:
"Ahora te ruego que me des algo de mucho más valor que esta joya. Dame, por favor, lo que te permitió desprenderte de ella y dármela a mí".
Mis queridos hermanos y amigos, el amor de Dios, puesto en el corazón de los creyentes, es la joya más cara y el bien más preciado. Podemos darlo sin reserva y compartirlo sin que se agote.
Que Dios te bendiga
Un día se encontró con un viajero y, al abrir su bolsa para compartir con él sus provisiones, el viajero vio la joya y se la pidió. El monje se la dio sin más.
El viajero le dio las gracias y se marchó lleno de gozo con aquel regalo inesperado que bastaría para darle riqueza y seguridad el resto de sus días.
Sin embargo, pocos días después volvió en busca del monje mendicante, lo encontró, le devolvió la joya y le suplicó:
"Ahora te ruego que me des algo de mucho más valor que esta joya. Dame, por favor, lo que te permitió desprenderte de ella y dármela a mí".
Mis queridos hermanos y amigos, el amor de Dios, puesto en el corazón de los creyentes, es la joya más cara y el bien más preciado. Podemos darlo sin reserva y compartirlo sin que se agote.
Que Dios te bendiga