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El conejito que se quería escapar

Publicación:  miércoles 2 noviembre 2022   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



¿A dónde me iré de tu espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?
Si subiera a los cielos, allí estás tú; y si en el seol hiciera mi estrado, allí tú estás.
Si tomara las alas del alba y habitara en el extremo del mar,  aun allí me guiará tu mano y me asirá tu diestra.
Salmos 139:7-10


Reflexión

Margaret Wise Brown es conocida por sus sencillos, y a la vez profundos, libros para niños. Uno de los preferidos es “The Runaway Bunny” (El conejito que se quería escapar). Trata acerca de un conejito que le dice a su mamá que ha decidido escapar.

«Si te escapas -dijo la madre- yo correré tras de ti porque tú eres mi conejito.» Y luego sigue diciéndole que si él se convierte en pez y se mete en un arroyo, ella se convertirá en pescadora y lo pescará. Si él se convierte en niño, ella se convertirá en mamá humana y lo atrapará y lo abrazará. Haga lo que haga el conejito, su madre, obstinada y persistentemente siempre irá tras de él, no desistirá ni se dará por vencida.

«¡Caramba! -dice al fin el conejito- más vale que me quede donde estoy y sea tu conejito.»

«Cómete una zanahoria» -dice entonces la madre.

Mis queridos hermanos y amigos, esta historia nos recuerda las palabras de David, “¿A dónde me iré de tu espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Demos gracias a Dios por su implacable amor por nosotros: siempre buscando, siempre presente y siempre guiando. Él es nuestro Señor, nosotros, como en el cuento, sus conejitos.

Que Dios te bendiga