Lectura de hoy

No te quejes

Filipenses 4:11-13

No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación...

REFLEXIÓN

Un grupo de misioneros, caminaban de un pueblo llamado San Francisco a Santa Catarina Loxicha...

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Estudio Bíblico de la semana

F.06.- Comunión con Dios

Lecturas Estudio sobre nuestra comunión con Dios. ...

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Nunca digas nunca

Publicación:  martes 18 octubre 2022   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos ni vuestros caminos mis caminos, dice Jehová.
Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Isaías 55:8-9


Reflexión

Su resolución de Año Nuevo fue nunca decir nunca. Janet Kirkman no quería casarse, tener hijos, trabajar con computadoras ni vivir en California. Pero sí se casó, tiene dos hijos maravillosos, trabajó para un gigante de las computadoras y vivió en California. Dios cambió casi todos los «nuncas» que había planeado.

Esas resoluciones de fin de año nos recuerdan que los planes de Dios pueden ser muy distintos a los nuestros. Los planes de Dios también nos pueden proteger del orgullo y de nuestra vulnerabilidad a la tentación bajo presión.

Cuando Jesús estaba enseñando a sus discípulos lo que era el verdadero servicio lavándoles los pies, Pedro le dijo: «No me lavarás los pies jamás». Pero cuando el Señor le dijo que él no podía tener «parte» con Jesús si no aprendía esa lección de servicio, Pedro cambió rápidamente.

Poco tiempo después, Pedro volvió a tropezar con la palabra nunca. «Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré» . Ese nunca se derritió pronto en lágrimas amargas de vergüenza y remordimiento cuando lo negó tres veces.

Mis queridos hermanos y amigos, debemos tener mucho cuidado con  los “nuncas”. Generalmente los “nuncas” están orientados al "yo" y Dios  siempre está orientado a "Él". Nuestra atención debe estar centrada en nuestro Señor y no en nosotros, de esta forma nuestros “nuncas” se convertirán en Sus “siempres”.

Que Dios te bendiga