Lectura de hoy

Ángel de la muerte

Eclesiastés 7:14

En el día del bien goza del bien, y en el día de la adversidad, reflexiona. Dios hizo tanto...

REFLEXIÓN

En cierta ocasión, el amo de una viña grande mandó a uno de sus mejores criados a realizar...

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Moviendo montañas

Publicación:  viernes 30 septiembre 2022   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. Juan 3:16-17


Reflexión

Había dos tribus guerreras en los Andes, una que vivía en el valle y otra en lo más alto de las montañas. Un día los habitantes de las montañas invadieron las tierras del valle y, como parte del saqueo, raptaron a un bebé de una de las familias del valle.

Los habitantes del valle no sabían como subir a la cima de la montaña. No conocían loa senderos que utilizan los habitantes de ese lugar, ni sabían donde encontrarlos o como perseguirlos en el escarpado terreno. Aun así enviaron a sus mejores guerreros a escalar la montaña y traer al bebé de regreso.

Los hombres ensayaron un método de escalar y luego otro. Probaron una trocha y luego otra. Sin embargo, después de varios días de esfuerzos solo habían conseguido avanzar unos pocos metros.

Desesperanzados e impotentes, los hombres del valle decidieron que su causa estaba perdida y se prepararon para regresar a su aldea.  Mientras empacaban su equipos para descender, vieron a la madre del bebé que bajaba de la montaña y llevaba a su bebé a la espalda. ¿Cómo era posible?

Uno de los hombres la saludó y le dijo: ¿Cómo pudiste escalar esta montaña si nosotros, los hombres más fuertes y capaces de la aldea, no lo conseguimos?

La madre se encogió de hombros y respondió: "Es que el bebé no era tuyo".

Mis queridos hermanos amigos, por rescatar a un hijo se hace lo indecible. Dios así lo hizo, entregó a Su precioso hijo Jesús en rescate por nosotros. Vivamos entonces agradecidos y seamos consecuentes con ese sacrificio, pues es precisamente por lo que Él hizo que podemos regresar a casa.

Que Dios te bendiga