Lectura de hoy
El hombre que tenía mucho
Hechos 2:44-47
Todos los que habían creído estaban juntos y tenían en común todas las cosas: vendían...
REFLEXIÓN
Una vez había una familia que no era ni rica ni pobre. Vivían en una pequeña casa de campo...
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Estudio Bíblico de la semana
F.05.- El fruto del Espíritu
Estudio detallado del fruto del Espíritu Santo y su significado en la vida del creyente ... |
Alza la vista
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Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12:1-2
Reflexión
Cuenta un atleta la siguiente historia:
Cuando yo estaba estudiando en la universidad, una de las materias que tuve que tomar era la de Atletismo. Una de las áreas en esa materia era el Salto de Longitud. Mi maestro, que era excelente, nos puso a todos a saltar una vez sin decirnos nada.
Después de que cada uno había saltado, nos dijo que todos cometimos un error clásico y básico. Dijo que al pisar la línea de despegue, todos nos fijamos en la arena a dónde íbamos a aterrizar.
"Quiero que hagan una cosa diferente en el siguiente salto", dijo mi maestro. Todos pensamos que nos iba a decir que teníamos que correr más rápido o saltar más fuerte o algo semejante. Qué sorpresa nos dio cuando nos dijo que lo único que quería que hiciéramos diferente esta vez era, en el momento de pisar la línea de despegue, "¡levantar la cabeza y ALZAR LA VISTA! Eso va a jalar el cuerpo en un ángulo que les permitirá tener una mayor longitud en su salto," dijo mi maestro… y no se equivocó.
Mis queridos hermanos y amigos, muchas veces estamos tan enfocados en las cosas de este mundo y en nuestras propias vidas, que nuestros "saltos de fe" son muy pequeños, estamos mirando para abajo. Allí es cuando tenemos que levantar la cabeza y alzar la vista, puestos los ojos en Aquel que nos llevará siempre más adelante.
Que Dios te bendiga
Cuando yo estaba estudiando en la universidad, una de las materias que tuve que tomar era la de Atletismo. Una de las áreas en esa materia era el Salto de Longitud. Mi maestro, que era excelente, nos puso a todos a saltar una vez sin decirnos nada.
Después de que cada uno había saltado, nos dijo que todos cometimos un error clásico y básico. Dijo que al pisar la línea de despegue, todos nos fijamos en la arena a dónde íbamos a aterrizar.
"Quiero que hagan una cosa diferente en el siguiente salto", dijo mi maestro. Todos pensamos que nos iba a decir que teníamos que correr más rápido o saltar más fuerte o algo semejante. Qué sorpresa nos dio cuando nos dijo que lo único que quería que hiciéramos diferente esta vez era, en el momento de pisar la línea de despegue, "¡levantar la cabeza y ALZAR LA VISTA! Eso va a jalar el cuerpo en un ángulo que les permitirá tener una mayor longitud en su salto," dijo mi maestro… y no se equivocó.
Mis queridos hermanos y amigos, muchas veces estamos tan enfocados en las cosas de este mundo y en nuestras propias vidas, que nuestros "saltos de fe" son muy pequeños, estamos mirando para abajo. Allí es cuando tenemos que levantar la cabeza y alzar la vista, puestos los ojos en Aquel que nos llevará siempre más adelante.
Que Dios te bendiga