Lectura de hoy
Ángel de la muerte
Eclesiastés 7:14
En el día del bien goza del bien, y en el día de la adversidad, reflexiona. Dios hizo tanto...
REFLEXIÓN
En cierta ocasión, el amo de una viña grande mandó a uno de sus mejores criados a realizar...
» Continúa » Escuchar AudioReciba diariamente la Lectura de Hoy en su correo electrónico sin ningún compromiso.
Estudio Bíblico de la semana
F.05.- El fruto del Espíritu
Estudio detallado del fruto del Espíritu Santo y su significado en la vida del creyente ... |
El árbol de los problemas
Tweet
Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; el Juez ya está delante de la puerta. Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. Nosotros tenemos por bienaventurados a los que sufren: Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin que le dio el Señor, porque el Señor es muy misericordioso y compasivo. Santiago 5:9-11
Reflexión
El carpintero que un hombre había contratado para ayudarle a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó y lo hizo perder una hora de trabajo y ahora su antiguo camión se negaba a arrancar.
Mientras el hombre lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegaron, el carpintero le invitó a conocer a su familia. Mientras se dirigían a la puerta, él se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos.
Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara estaba llena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa.
Posteriormente acompañó a su jefe hasta el automóvil. Cuando pasaron cerca del árbol, el jefe sintió curiosidad y le preguntó acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes.
"Oh, ese es mi árbol de problemas", contestó.
"Se que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez". "Lo divertido es", dijo sonriendo, "que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior".
Mis queridos hermanos y amigos, el secreto no es que los problemas desaparezcan, es saber administrarlos.
Que Dios te bendiga
Mientras el hombre lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegaron, el carpintero le invitó a conocer a su familia. Mientras se dirigían a la puerta, él se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos.
Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara estaba llena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa.
Posteriormente acompañó a su jefe hasta el automóvil. Cuando pasaron cerca del árbol, el jefe sintió curiosidad y le preguntó acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes.
"Oh, ese es mi árbol de problemas", contestó.
"Se que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez". "Lo divertido es", dijo sonriendo, "que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior".
Mis queridos hermanos y amigos, el secreto no es que los problemas desaparezcan, es saber administrarlos.
Que Dios te bendiga