Lectura de hoy
Como los árboles de California
1 Corintios 12:26-27
Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos...
REFLEXIÓN
Aunque nunca he visto los árboles Sequoia de California, conocidos como los "Redwoods", me...
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Estudio Bíblico de la semana
El resto lo hago yo
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Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo.
Reconoced que Jehová es Dios; él nos hizo y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos y ovejas de su prado.
Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza.
¡Alabadlo, bendecid su nombre!, porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su fidelidad por todas las generaciones. Salmos 100
Reflexión
La historia del actor Charlton Heston ilustra nuestra necesidad de hacer todo lo que podamos y confiarle a Dios lo que no podemos. Durante la filmación de la gran película épica Ben Hur, Heston trabajó largas horas con los entrenadores para aprender a manejar un carruaje para la escena crucial de la carrera final. Mejoró mucho su manejo de los caballos y el carruaje, pero finalmente se convenció que la tarea era un desafío mayor de lo que había previsto inicialmente. Se aproximó entonces al legendario director de la película, Cecil B. De Mille para hablarle acerca de la escena.
Señor De Mille, le dijo, he trabajado duramente para manejar este carruaje y creo que puedo hacerlo con toda soltura en esta escena. Lo que no creo es poder ganar la carrera.
El director le contestó: Usted conduzca solamente. El resto lo hago yo.
Mis queridos hermanos y amigos, Dios tiene diferentes formas de dirigir las distintas carreras que hacemos en el transcurso de nuestra vida. Él confía que hagamos nuestra parte de dominar el carro. Nosotros debemos confiar en que Él determinará el resultado de la carrera. Como dijo una vez un ingeniero: Dios provee la energía inicial. Nosotros la producción. Y Dios da el resultado final. El mayor acto de fe para el hombre es reconocer que no es Dios y, por lo tanto, aprender a esperar en Él. Dios siempre hará su parte... y nosotros debemos hacer la nuestra.
Que Dios te bendiga
Señor De Mille, le dijo, he trabajado duramente para manejar este carruaje y creo que puedo hacerlo con toda soltura en esta escena. Lo que no creo es poder ganar la carrera.
El director le contestó: Usted conduzca solamente. El resto lo hago yo.
Mis queridos hermanos y amigos, Dios tiene diferentes formas de dirigir las distintas carreras que hacemos en el transcurso de nuestra vida. Él confía que hagamos nuestra parte de dominar el carro. Nosotros debemos confiar en que Él determinará el resultado de la carrera. Como dijo una vez un ingeniero: Dios provee la energía inicial. Nosotros la producción. Y Dios da el resultado final. El mayor acto de fe para el hombre es reconocer que no es Dios y, por lo tanto, aprender a esperar en Él. Dios siempre hará su parte... y nosotros debemos hacer la nuestra.
Que Dios te bendiga