Lectura de hoy

No te quejes

Filipenses 4:11-13

No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación...

REFLEXIÓN

Un grupo de misioneros, caminaban de un pueblo llamado San Francisco a Santa Catarina Loxicha...

» Continúa     » Escuchar Audio  Escuchar Audio

Reciba diariamente la Lectura de Hoy en su correo electrónico sin ningún compromiso.

Suscribete a Unanimes

Estudio Bíblico de la semana

F.06.- Comunión con Dios

Lecturas Estudio sobre nuestra comunión con Dios. ...

» Descargar     » Escuchar Audio  Estudios

Angola

Publicación:  viernes 16 septiembre 2022   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero y será prosperada en aquello para lo cual la envié. Isaías 55:10-11


Reflexión

El teólogo y defensor de la fe, Ravi Zacharias, cuenta la siguiente historia:
La prisión de Angola se encuentra en la línea del Mississippi, noventa y seis kilómetros al norte de la ciudad de Baton Rouge, en el estado de Louisiana en los Estados Unidos. Comprende 7 hectáreas y cubre alrededor de 56 kilómetros cuadrados. Es más grande que la isla de Manhattan. La población de prisioneros es de alrededor de 5,300, 85% de los cuales están allí con condenas de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Ellos no verán la libertad en lo que les resta de vida. Entre ellos cerca de 45 están en el corredor de la muerte esperando ser ejecutados. Escaparse es virtualmente imposible: la prisión cuenta con una cantidad importante de perros, algunos de ellos parte lobo, parte perro, con un sentido del olfato exagerado. Ellos son usados para encontrar presos fugados y solo Dios sabe lo que le pasa al prisionero si un perro de estos lo encuentra.

Hasta hacer algunos años, Angola era conocida como la prisión más sangrienta de los Estados Unidos. Manchas de sangre eran comunes en el suelo y las paredes de la prisión.  En verdad el lugar era brutal y sobrevivir en este mundo de criminales era toda una hazaña. Era un lugar donde el crimen tenía la puerta abierta y la esperanza la tenía cerrada.

Un buen día llegó un director de prisión nuevo, cristiano comprometido, que deseaba cambiar la prisión. Angola hoy es un lugar donde se canta “Sublime Gracia” y los prisioneros se ayudan a sobrellevar su pena. ¿Cómo se logró semejante cambio? El nuevo director formó un nuevo equipo de trabajo, lavó las paredes y pisos y colocó una Biblia en cada celda. Ahora en las paredes de las celdas se ven versículos bíblicos en lugar de manchas de sangre. La Palabra viva de Dios hizo el cambio. Hoy en día Angola es una de las prisiones más seguras del país. Escuchar a las prisioneros hoy deja un sentido de sobrecogimiento sobre cómo Dios ha cambiado sus corazones. Cuando se le ofreció a uno de ellos si deseaba que alguien orara por él, afirmó:

- Yo aquí soy verdaderamente libre, mi espíritu vuela al lado de Jesús. Tengo una condena de por vida pero entiendo que mi propósito y ministerio es permanecer aquí ayudando a los nuevos que entran a comprender la salvación provista por Cristo. Si desea orar por alguien, busque a mi familia que está allá afuera, ellos verdaderamente son prisioneros de su propia vida y del mundo en que viven.

Mis queridos hermanos y amigos, en verdad la Palabra de Dios libera, consuela y trae paz. Abramos nuestro corazón a ella y, como los prisioneros de Angola, seremos verdaderamente libres.

Que Dios te bendiga