Hoy es Abril 24, 2024
Lectura de hoy
Como los árboles de California
1 Corintios 12:26-27
Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos...
REFLEXIÓN
Aunque nunca he visto los árboles Sequoia de California, conocidos como los "Redwoods", me...
» Continúa » Escuchar Audio
Reciba diariamente la Lectura de Hoy en su correo electrónico sin ningún compromiso.
Estudio Bíblico de la semana
Aprisa
Tweet
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Proverbios 1:7
Reflexión
Cierta vez, un conductor se desplazaba por una autopista a una velocidad excesivamente alta cuando de repente, justo después de una curva, aparece un hombre de pie en medio de la vía, haciendo señal de parada con los brazos y de una forma desesperante.
El conductor, sorprendido y a la vez asustado, toca insistentemente la bocina para ver si así el individuo se quitaba del camino. Pero fue inútil, el hombre seguía haciendo señal de “alto” con sus brazos.
Debe de estar loco, pensó el conductor mientras pisaba el freno provocando un fuerte chillido y dejando dos largas marcas negras en el pavimento, logrando así detener el auto antes de chocar a aquel hombre. Muy enojado, se desmonta del carro y estrellando la puerta, se dirige hacia el hombre y le dice: ¿Acaso no tienes ojos? ¿No ves lo peligrosa que es esta carretera y te atraviesas en ella como si nada? ¿O acaso eres loco para no ver el peligro que corres?
No, señor, no estoy loco, le contestó el individuo. Lo que pasa es que el puente que está en la próxima curva acaba de desplomarse y sabía que, si no hacia algo, usted en este momento ya estaría muerto. Tuve que arriesgar mi vida para ver si podía salvar la suya.
Mis queridos hermanos y amigos, quizás en la carretera de nuestra vida algún “loco” nos ha obstaculizado el paso para hablarnos del amor de Dios y nos hemos enojado sobremanera porque vamos muy aprisa. Quizás hoy ese loco esté obstaculizando nuestro camino quitándonos unos minutos pero, ¿qué habría pasado si el conductor de nuestra historia hace caso omiso al individuo del camino?, ¿qué creemos que pasará a los que oyen la advertencia de la palabra de Dios y la ignoran? La prevención es la misma y nuestros roles iguales, algunos somos hoy en día los conductores y otros los “locos” haciendo la señal de alto. Como conductores hagamos un alto y escuchemos, como “locos” salgamos al medio del camino y hablemos, tanto el conductor como el “loco” estaremos haciendo la voluntad de nuestro Señor.
Que Dios te bendiga
El conductor, sorprendido y a la vez asustado, toca insistentemente la bocina para ver si así el individuo se quitaba del camino. Pero fue inútil, el hombre seguía haciendo señal de “alto” con sus brazos.
Debe de estar loco, pensó el conductor mientras pisaba el freno provocando un fuerte chillido y dejando dos largas marcas negras en el pavimento, logrando así detener el auto antes de chocar a aquel hombre. Muy enojado, se desmonta del carro y estrellando la puerta, se dirige hacia el hombre y le dice: ¿Acaso no tienes ojos? ¿No ves lo peligrosa que es esta carretera y te atraviesas en ella como si nada? ¿O acaso eres loco para no ver el peligro que corres?
No, señor, no estoy loco, le contestó el individuo. Lo que pasa es que el puente que está en la próxima curva acaba de desplomarse y sabía que, si no hacia algo, usted en este momento ya estaría muerto. Tuve que arriesgar mi vida para ver si podía salvar la suya.
Mis queridos hermanos y amigos, quizás en la carretera de nuestra vida algún “loco” nos ha obstaculizado el paso para hablarnos del amor de Dios y nos hemos enojado sobremanera porque vamos muy aprisa. Quizás hoy ese loco esté obstaculizando nuestro camino quitándonos unos minutos pero, ¿qué habría pasado si el conductor de nuestra historia hace caso omiso al individuo del camino?, ¿qué creemos que pasará a los que oyen la advertencia de la palabra de Dios y la ignoran? La prevención es la misma y nuestros roles iguales, algunos somos hoy en día los conductores y otros los “locos” haciendo la señal de alto. Como conductores hagamos un alto y escuchemos, como “locos” salgamos al medio del camino y hablemos, tanto el conductor como el “loco” estaremos haciendo la voluntad de nuestro Señor.
Que Dios te bendiga