Lectura de hoy
Dos amigos árabes
Proverbios 17:17
En todo tiempo ama el amigo, es como un hermano en tiempo de angustia...
REFLEXIÓN
Dice una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto...
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Estudio Bíblico de la semana
H.06.- La era de la ley
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Estudio que analiza con detalle la era de la ley ... |
El Capitán y el faro
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Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra: Mas con los humildes es la sabiduría. Proverbios 11:2
Reflexión
El capitán del barco miraba a lo lejos, luces tenues en la oscuridad de la noche. Vio una pequeña luz que se encontraba exactamente en el rumbo del barco que capitaneaba. De inmediato, ordenó a su guardavía enviar el siguiente mensaje:
“Altere su rumbo diez grados hacia el sur.”
Enseguida, fue recibida la réplica:
“Altere el suyo diez grados hacia el norte.”
Eso enojó mucho al capitán, porque su comando había sido ignorado. Así pues, mandó un segundo mensaje:
“Yo soy el capitán. Altere su rumbo diez grados hacia el sur.”
Al ratito, vino la respuesta:
“Yo soy el marinero tercera clase Martínez. Altere su rumbo diez grados hacia el norte.”
Pensando infundir temor, el capitán respondió:
“Estoy al mando de un buque de guerra”.
A lo cual el humilde marinero contestó:
“Y yo estoy al mando de un faro. Si no cambia de rumbo mi faro despedazará su barco de guerra.”
Mis queridos hermanos y amigos, en la noche oscura y neblinosa de nuestra vida, una voz en particular se hace escuchar en medio de las tinieblas, señalándonos un rumbo que generalmente es contrario a las indicaciones de los demás. Nos indica una trayectoria que quizás nos parezca irracional. Se trata de la voz de quien es la Luz del mundo, voz que con frecuencia ignoramos a gran riesgo nuestro. Puede ser que ignorarla, debido a nuestra soberbia, nos haga estrellarnos contra el faro. Escuchemos la voz del Señor, Él es la luz, Él es la guía, Él es nuestro faro.
Que Dios te bendiga
“Altere su rumbo diez grados hacia el sur.”
Enseguida, fue recibida la réplica:
“Altere el suyo diez grados hacia el norte.”
Eso enojó mucho al capitán, porque su comando había sido ignorado. Así pues, mandó un segundo mensaje:
“Yo soy el capitán. Altere su rumbo diez grados hacia el sur.”
Al ratito, vino la respuesta:
“Yo soy el marinero tercera clase Martínez. Altere su rumbo diez grados hacia el norte.”
Pensando infundir temor, el capitán respondió:
“Estoy al mando de un buque de guerra”.
A lo cual el humilde marinero contestó:
“Y yo estoy al mando de un faro. Si no cambia de rumbo mi faro despedazará su barco de guerra.”
Mis queridos hermanos y amigos, en la noche oscura y neblinosa de nuestra vida, una voz en particular se hace escuchar en medio de las tinieblas, señalándonos un rumbo que generalmente es contrario a las indicaciones de los demás. Nos indica una trayectoria que quizás nos parezca irracional. Se trata de la voz de quien es la Luz del mundo, voz que con frecuencia ignoramos a gran riesgo nuestro. Puede ser que ignorarla, debido a nuestra soberbia, nos haga estrellarnos contra el faro. Escuchemos la voz del Señor, Él es la luz, Él es la guía, Él es nuestro faro.
Que Dios te bendiga