Lectura de hoy
Papás embarazados
Efesios 5:25
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo...
REFLEXIÓN
Entre los hipocampos o caballitos de mar el que lleva el embarazo es el padre. La madre se...
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Estudio Bíblico de la semana
A.04.- Siguiendo a Jesús
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Este estudio nos lleva a reflexionar sobre la verdadera naturaleza del cristianismo como una forma de vida. ... |
Papás embarazados
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Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella… Efesios 5:25
Reflexión
Entre los hipocampos o caballitos de mar el que lleva el embarazo es el padre. La madre se limita a depositar sus huevos en un minúsculo orificio de la bolsa incubadora que el macho tiene en la parte delantera de la cola y luego se alejará para siempre. El macho fecundará los huevos y los incubará por un período de dos meses.
A medida que los embriones se desarrollan, la bolsa incubadora se agranda dándole al macho un tierno aspecto de embarazado. Cuando llega el momento del parto el cuerpo del padre es presa de movimientos convulsivos y se contrae de manera intermitente. Mediante flexiones y enderezamientos sucesivos el caballito de mar comienza a expulsar las crías en forma aislada o grupal. Durante el parto que dura varias horas y se parece mucho a un alumbramiento humano, verán la luz varias docenas de crías.
Terminado el parto el padre abandona a sus hijos a su suerte no sin antes devorarse a algunos de ellos que queden a su alcance.
Mis queridos hermanos y amigos, si los padres entendieran todo el dolor y sufrimiento que una mujer experimenta no solo antes del parto, sino durante y después del parto, criando y cuidado hijos, el hombre sería más tierno y comprensivo y se convertiría en un tremendo ayudante en el largo proceso de maternidad.
Muchos son los hombres que creen que el llevar dinero a la casa para el alimento de los hijos es suficiente. No, la familia se extiende más allá de simplemente un plato de comida. Los caballitos de mar, luego de estar embarazados, se comen a los hijos que ellos mismos dan luz. Muchos esposos no solo no se imaginan el duro trabajo del embarazo sino que luego destruyen la vida de sus hijos con su mal ejemplo y conducta. Los padres de familia tenemos la gran responsabilidad de modelar la conducta a nuestros hijos. Es muy probable que ellos, cuando les llegue el momento, vayan a ser padres y madres muy parecidos a los padres y madres que tuvieron. El Señor nos ha delegado ese delicado trabajo; heredemos a las generaciones por venir, los modelos de comportamiento bíblicos, padres amorosos con sus esposas y padres ejemplares con sus hijos. Esa es la voluntad de nuestro Señor.
Que Dios te bendiga
A medida que los embriones se desarrollan, la bolsa incubadora se agranda dándole al macho un tierno aspecto de embarazado. Cuando llega el momento del parto el cuerpo del padre es presa de movimientos convulsivos y se contrae de manera intermitente. Mediante flexiones y enderezamientos sucesivos el caballito de mar comienza a expulsar las crías en forma aislada o grupal. Durante el parto que dura varias horas y se parece mucho a un alumbramiento humano, verán la luz varias docenas de crías.
Terminado el parto el padre abandona a sus hijos a su suerte no sin antes devorarse a algunos de ellos que queden a su alcance.
Mis queridos hermanos y amigos, si los padres entendieran todo el dolor y sufrimiento que una mujer experimenta no solo antes del parto, sino durante y después del parto, criando y cuidado hijos, el hombre sería más tierno y comprensivo y se convertiría en un tremendo ayudante en el largo proceso de maternidad.
Muchos son los hombres que creen que el llevar dinero a la casa para el alimento de los hijos es suficiente. No, la familia se extiende más allá de simplemente un plato de comida. Los caballitos de mar, luego de estar embarazados, se comen a los hijos que ellos mismos dan luz. Muchos esposos no solo no se imaginan el duro trabajo del embarazo sino que luego destruyen la vida de sus hijos con su mal ejemplo y conducta. Los padres de familia tenemos la gran responsabilidad de modelar la conducta a nuestros hijos. Es muy probable que ellos, cuando les llegue el momento, vayan a ser padres y madres muy parecidos a los padres y madres que tuvieron. El Señor nos ha delegado ese delicado trabajo; heredemos a las generaciones por venir, los modelos de comportamiento bíblicos, padres amorosos con sus esposas y padres ejemplares con sus hijos. Esa es la voluntad de nuestro Señor.
Que Dios te bendiga