Lectura de hoy

Por un simple acto

Romanos 8:28

Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a...

REFLEXIÓN

Un Día de Acción de Gracias hace muchos años, una joven familia despertó en una situación...

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Estudio Bíblico de la semana

F.03.- La Intercesión

Lecturas Estudio que se ocupa de contestar a la pregunta ¿Cómo le pido a Dios? ...

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¿Qué es lo importante en tu vida?

Publicación:  miĆ©rcoles 20 octubre 2021   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12:1-2


Reflexión

Una banda de delincuentes juveniles tenía un método refinado  para actuar. Ingresaban a un negocio en grupo y dos o tres se separaban de los más. El grupo se alejaba y comenzaba una pelea de gritos, lo que concentraba la atención de los empleados y clientes. Todos los ojos se fijaban en los alborotadores, lo que permitía que los ladrones errantes se llenaran los bolsillos con mercadería o dinero en efectivo y abandonaban el negocio antes de que alguien siquiera sospechara lo que sucedía.

Podían llegar a pasar horas e incluso días antes de que el comerciante víctima del hurto se diese cuenta de que le faltaba algo e hiciese la denuncia a la Policía. Para entonces, los ladrones estaban bien lejos y no existía posibilidad alguna de recuperar lo robado.

Mis queridos hermanos y amigos, la tentación opera de la misma manera. Nos distrae por medio del encanto de la fama, la fortuna, el poder o la satisfacción de nuestros deseos. Mientras tanto, nos apartamos de los pasos certeros que debemos dar hacia el cumplimiento de nuestros objetivos. Al caer en una tentación se corre el riesgo de perder nuestras fuentes de ingresos, nuestra familia, nuestra salud y sobre todo nuestra paz. Es por ello que cuando apartamos los ojos de lo que es verdaderamente importante en nuestra vida, corremos el riesgo de perderlo. Solo hay un ser que nos puede llevar a un destino seguro, si no quitamos nuestro ojos de Él, y Él es Jesús de Nazareth.

Que Dios te bendiga