Lectura de hoy
Tapices centenarios
Filipenses 1:6
…estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará...
REFLEXIÓN
Los tapices españoles son muy famosos desde 1721. La calidad de las composiciones convierte...
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Estudio Bíblico de la semana
A.04.- Siguiendo a Jesús
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Este estudio nos lleva a reflexionar sobre la verdadera naturaleza del cristianismo como una forma de vida. ... |
Dos meses de vida
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Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén capacitados para enseñar a otros. 2 Timoteo 2:2
Reflexión
Antes de que los comunistas ocuparan el territorio de China, una mujer muy enferma fue llevada a un hospital cristiano en Cantón. Allí la mujer oyó hablar del perdón de Dios a través de su Hijo y como resultado, le entregó su vida a Jesús.
Un día la mujer le preguntó al doctor:
—Doctor, ¿cuánto tiempo más puedo vivir si permanezco en el hospital?
—Más o menos cuatro meses —fue la respuesta.
—¿Y cuánto viviré si me voy a mi casa? preguntó de nuevo la mujer.
—No más de dos meses. Respondió el médico.
—Entonces, me voy a mi casa —dijo la mujer.
—Pero, usted perderá la mitad de la vida que le queda —añadió el doctor.
Una luz de gozo iluminó el rostro de aquella mujer y dijo con gran animación:
—¿Cree usted que no tendré gusto de dar la mitad de mi vida para contar a mis parientes y amigos la historia del amor de Dios? Dos meses más o menos no se comparan con la eternidad al lado de Aquel que dio la vida por mí.
De acuerdo con su voluntad la mujer salió del hospital y se fue a su casa para pasar el corto tiempo de vida que le quedaba con su familia y amigos y emplearlo compartiendo las buenas nuevas que habían sido una fuente de consuelo para ella.
Mis queridos hermanos y amigos, en verdad solamente Dios conoce el día en que partiremos. Hasta entonces tendremos tiempo de servirle y ser instrumento en Sus manos. Él usará nuestras vidas y nuestras palabras para atraer para sí mismo a las personas que han de ser salvas, a aquellos que recibirán la bendición de una vida llena de paz aquí en la tierra y una vida eternal llena de gozo en los cielos. ¿Qué estamos esperando? ¿No es eso lo que deseamos para nuestros seres queridos y amigos?
Que Dios te bendiga
Un día la mujer le preguntó al doctor:
—Doctor, ¿cuánto tiempo más puedo vivir si permanezco en el hospital?
—Más o menos cuatro meses —fue la respuesta.
—¿Y cuánto viviré si me voy a mi casa? preguntó de nuevo la mujer.
—No más de dos meses. Respondió el médico.
—Entonces, me voy a mi casa —dijo la mujer.
—Pero, usted perderá la mitad de la vida que le queda —añadió el doctor.
Una luz de gozo iluminó el rostro de aquella mujer y dijo con gran animación:
—¿Cree usted que no tendré gusto de dar la mitad de mi vida para contar a mis parientes y amigos la historia del amor de Dios? Dos meses más o menos no se comparan con la eternidad al lado de Aquel que dio la vida por mí.
De acuerdo con su voluntad la mujer salió del hospital y se fue a su casa para pasar el corto tiempo de vida que le quedaba con su familia y amigos y emplearlo compartiendo las buenas nuevas que habían sido una fuente de consuelo para ella.
Mis queridos hermanos y amigos, en verdad solamente Dios conoce el día en que partiremos. Hasta entonces tendremos tiempo de servirle y ser instrumento en Sus manos. Él usará nuestras vidas y nuestras palabras para atraer para sí mismo a las personas que han de ser salvas, a aquellos que recibirán la bendición de una vida llena de paz aquí en la tierra y una vida eternal llena de gozo en los cielos. ¿Qué estamos esperando? ¿No es eso lo que deseamos para nuestros seres queridos y amigos?
Que Dios te bendiga