Lectura de hoy
El pronóstico
Proverbios 31:28
Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba...
REFLEXIÓN
Una joven madre a quien le habían diagnosticado una forma de cáncer tratable regresó a...
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Estudio Bíblico de la semana
A.04.- Siguiendo a Jesús
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Este estudio nos lleva a reflexionar sobre la verdadera naturaleza del cristianismo como una forma de vida. ... |
El pronóstico
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Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba. Proverbios 31:28
Reflexión
Una joven madre a quien le habían diagnosticado una forma de cáncer tratable regresó a casa del hospital, sintiéndose incómoda por su apariencia física y la pérdida del cabello ocasionada por las radiaciones y la quimioterapia. Cuando se instaló en una de las sillas de la cocina, su hijo apareció silenciosamente en el umbral, estudiándola con curiosidad.
Cuando su madre comenzó el discurso que había preparado para ayudarle a comprender lo que veía, el niño vino corriendo, se acomodó en su regazo, puso su cabeza contra su pecho y se aferró a ella. Su madre decía en ese momento: “Y dentro de un tiempo, ojalá pronto, luciré como antes y entonces estaré mejor”.
El niño se enderezó pensativo. Con la franqueza de sus seis años, respondió sencillamente: “Diferente cabello, el mismo corazón”.
Su madre ya no tuvo que esperar un tiempo para sentirse mejor… ya lo estaba.
Mis queridos hermanos y amigos, ¡cuan insondables son los caminos de Dios! Accidentes y enfermedades son usualmente las herramientas que nuestro Señor usa para fortalecernos y bendecirnos luego. Es probable que estos imponderables resulten en crecimiento espiritual y fortalecimiento interior. Una vez que pasan las tormentas cuando vemos para atrás, a lo lejos vemos las personas que fuimos y cercanamente vemos en lo que nos convertimos luego, y es entonces cuando caemos de rodillas dando gracias a Aquel que tiene todo bajo Su control. Qué delicia es depender de un ser perfecto, que delicia es depender de nuestro Señor.
Que Dios te bendiga
Cuando su madre comenzó el discurso que había preparado para ayudarle a comprender lo que veía, el niño vino corriendo, se acomodó en su regazo, puso su cabeza contra su pecho y se aferró a ella. Su madre decía en ese momento: “Y dentro de un tiempo, ojalá pronto, luciré como antes y entonces estaré mejor”.
El niño se enderezó pensativo. Con la franqueza de sus seis años, respondió sencillamente: “Diferente cabello, el mismo corazón”.
Su madre ya no tuvo que esperar un tiempo para sentirse mejor… ya lo estaba.
Mis queridos hermanos y amigos, ¡cuan insondables son los caminos de Dios! Accidentes y enfermedades son usualmente las herramientas que nuestro Señor usa para fortalecernos y bendecirnos luego. Es probable que estos imponderables resulten en crecimiento espiritual y fortalecimiento interior. Una vez que pasan las tormentas cuando vemos para atrás, a lo lejos vemos las personas que fuimos y cercanamente vemos en lo que nos convertimos luego, y es entonces cuando caemos de rodillas dando gracias a Aquel que tiene todo bajo Su control. Qué delicia es depender de un ser perfecto, que delicia es depender de nuestro Señor.
Que Dios te bendiga