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Cocodrilos en el lago

Publicación:  jueves 13 mayo 2021   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús nuestro Señor. Romanos 6:23


Reflexión

Hace varios años, los periódicos contaron la historia de una anciana que vivía en el sur del Estado de la Florida. Su hogar era una casa ubicada junto a un pequeño lago. Ella iba todos los días a sacar agua del lago.

Allí, vivía un cocodrilo, aunque era un animal peligroso, la señora permitió que él viviera en el lago. Parecía domesticado. Ninguno de los dos odiaba al otro. Vivían en perfecta paz.

Sin embargo, un día, mientras la señora sacaba agua del lago, el cocodrilo nadó sumergido y atacó. Le apretó la mano con su enorme y fuerte mandíbula. Ella intentó librarse del cocodrilo, pero le arrancó la mano. Sangrando mucho, la viejecita logró arrastrarse hasta su casa y pidió ayuda. Finalmente llegó la ambulancia y fue atendida. Al día siguiente, el guardia forestal encontró el cocodrilo en el lago y lo mató. En una improvisada conferencia de prensa el guardia forestal informó a los periodistas lo siguiente:

-Los cocodrilos son más peligrosos cuando pierden el miedo a los humanos. Al permitir que permanezca en su lago, aunque la anciana no lo sabía, le dio coraje al cocodrilo para atacar.

Mis queridos hermanos y amigos, la Biblia nos enseña que la paga del pecado es la muerte. Muchas veces pensamos que pequeños e inocentes pecados no nos harán mucho mal y que podemos dejarlos dentro de nuestra vida, sin que suframos las consecuencias. Sabemos que debemos expulsarlos. Pero terminamos comportándonos como la ancianita de la historia. Como el cocodrilo no nos molesta, vamos acariciando el pecado y él va quedándose. Al final, podrá mordernos y arrancarnos un pedazo de nuestro ser.  Hoy, detectemos cuáles son los cocodrilos que viven con nosotros y oremos a fin de que Dios nos ayude a eliminarlos… antes de que sea demasiado tarde.

Que Dios te bendiga