Lectura de hoy
Visión 20/20
Juan 8:12
Otra vez Jesús les habló, diciendo: —Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará...
REFLEXIÓN
Los biólogos marinos, están adquiriendo en estos días abundantes conocimientos sobre los...
» Continúa » Escuchar AudioReciba diariamente la Lectura de Hoy en su correo electrónico sin ningún compromiso.
Estudio Bíblico de la semana
A.03.- El Jesús histórico
Este estudio demuestra con claridad que Jesús es el Mesías esperado y el Hijo de Dios. Se citan las profecías más conocidas del Antiguo Testamento cumplidas en Jesús 400 o más años después. ... |
Visión 20/20
Tweet
Otra vez Jesús les habló, diciendo:
—Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Juan 8:12
Reflexión
Los biólogos marinos, están adquiriendo en estos días abundantes conocimientos sobre los suelos del océano y todo esto, gracias al submarino que ha sido diseñado en especial, para transportar una sola persona. Con la habilidad de permanecer sumergidos hasta un máximo de ocho horas continuas y capaz de bajar casi un kilómetro de profundidad, estos submarinos le dan un nuevo significado al término "panorama oceánico", gracias a una caja transparente hecha de acrílico con capacidad para un pasajero. Los submarinos están equipados con luces, impulsores eléctricos, brazos hidráulicos, así como instrumentos científicos de navegación y equipo de supervivencia.
Sin embargo, pese a todos los aparatos de alta tecnología, el siguiente hecho no cambia: ¡Es bastante oscuro allá abajo! La luz del sol, tan solo penetra hasta un límite. Después de cierto punto en el descenso, es necesario utilizar otra fuente de luz, si deseas observar las maravillas de las profundidades.
Lo mismo es aplicable a las criaturas de las profundidades del mar, muchas de las cuales emiten cierta forma de iluminación natural conocida como bioluminiscencia. Para algunos, la luz inherente a ellos, es usada como un mecanismo de defensa. Los enemigos son rociados con un tejido luminoso que convierte al cazador en presa.
Para otros, la luz provee camuflaje. La poca luz del sol que desde arriba logre penetrar la oscuridad, obra en combinación con la procedente de la parte inferior de las criaturas y borra cualquier sombra que pueda delatar su posición.
Pocos de nosotros, descenderíamos al nivel de estas criaturas, pero sí, entendemos, cómo han de sentirse en cuanto a la luz. Cuando manejamos nuestros autos por la noche por una carretera poco iluminada, dependemos de las luces delanteras para evitar salirnos de la carretera. También protegemos nuestras casas de intrusos, al iluminar el patio con focos. La luz, tanto en las oscuridades de los océanos como en nuestras vidas sobre la tierra, es importante para nuestra supervivencia.
Mis queridos hermanos y amigos, para vivir en este mundo oscuro y confuso, el Señor ha colocado en nosotros Su propia luz, Su Santo Espíritu. Él nos revela lo que es verdadero y bueno, así como dónde ir y qué sitios evitar. Él es nuestra conciencia y guía. Jesús prometió no dejarnos solos, cuando en la última Cena le indicó a Sus discípulos que iba a partir y que a cambio, enviaba a Su Espíritu para que permaneciera en nosotros para siempre. Y cumplió Su promesa. Hoy vivimos con Su Espíritu y en su Espíritu. Qué privilegio.
Que Dios te bendiga
Sin embargo, pese a todos los aparatos de alta tecnología, el siguiente hecho no cambia: ¡Es bastante oscuro allá abajo! La luz del sol, tan solo penetra hasta un límite. Después de cierto punto en el descenso, es necesario utilizar otra fuente de luz, si deseas observar las maravillas de las profundidades.
Lo mismo es aplicable a las criaturas de las profundidades del mar, muchas de las cuales emiten cierta forma de iluminación natural conocida como bioluminiscencia. Para algunos, la luz inherente a ellos, es usada como un mecanismo de defensa. Los enemigos son rociados con un tejido luminoso que convierte al cazador en presa.
Para otros, la luz provee camuflaje. La poca luz del sol que desde arriba logre penetrar la oscuridad, obra en combinación con la procedente de la parte inferior de las criaturas y borra cualquier sombra que pueda delatar su posición.
Pocos de nosotros, descenderíamos al nivel de estas criaturas, pero sí, entendemos, cómo han de sentirse en cuanto a la luz. Cuando manejamos nuestros autos por la noche por una carretera poco iluminada, dependemos de las luces delanteras para evitar salirnos de la carretera. También protegemos nuestras casas de intrusos, al iluminar el patio con focos. La luz, tanto en las oscuridades de los océanos como en nuestras vidas sobre la tierra, es importante para nuestra supervivencia.
Mis queridos hermanos y amigos, para vivir en este mundo oscuro y confuso, el Señor ha colocado en nosotros Su propia luz, Su Santo Espíritu. Él nos revela lo que es verdadero y bueno, así como dónde ir y qué sitios evitar. Él es nuestra conciencia y guía. Jesús prometió no dejarnos solos, cuando en la última Cena le indicó a Sus discípulos que iba a partir y que a cambio, enviaba a Su Espíritu para que permaneciera en nosotros para siempre. Y cumplió Su promesa. Hoy vivimos con Su Espíritu y en su Espíritu. Qué privilegio.
Que Dios te bendiga