Lectura de hoy
Visión 20/20
Juan 8:12
Otra vez Jesús les habló, diciendo: —Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará...
REFLEXIÓN
Los biólogos marinos, están adquiriendo en estos días abundantes conocimientos sobre los...
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Estudio Bíblico de la semana
A.03.- El Jesús histórico
Este estudio demuestra con claridad que Jesús es el Mesías esperado y el Hijo de Dios. Se citan las profecías más conocidas del Antiguo Testamento cumplidas en Jesús 400 o más años después. ... |
Comenzando de nuevo
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Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de una vasija, sino sobre el candelero para que alumbre a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:14-16
Reflexión
A los cuarenta y tres años de edad, Luis sintió que había llegado el momento de devolverle algo a la comunidad, por lo cual se enroló como voluntario en un programa para alimentar a los que carecían de un techo en las calles.
Rápidamente se encontró aconsejando a las familias que venían por alimentos, dirigiéndolos a lugares en los cuales conseguir refugio y ayudando a varios hombres a encontrar trabajo. Los encargados del programa le dijeron que tenía talento para trabajar con la gente y lo animaron a desarrollarlo.
Luis había estado trabajando en una posición de oficinista como auxiliar administrativo para un ejecutivo de cierta compañía. dadas sus limitaciones académicas, no había un puesto más elevado dentro de la empresa ni en su campo. Lo único que lamentaba era que nunca había ido a la universidad.
Armado de las palabras de aliento de sus compañeros voluntarios, él y su esposa vendieron su casa y “volvieron a la escuela”. Ambos recibieron finalmente grados de doctorado y se convirtieron en consejeros plenamente dedicados a su familia. Abrieron una clínica juntos y reestructuraron sus vidas, disfrutando esta vez de un sentido mucho más amplio de satisfacción personal.
Mis queridos hermanos y amigos, nunca es demasiado tarde para comenzar una nueva carrera. Y nunca es demasiado tarde para hacer otra vez un comienzo en nuestra vida espiritual. El verdadero éxito se encuentra al establecer una relación con nuestro Creador, descubrir lo que Él dispuso que fuese, ¡y entonces desarrollar los talentos y dones que nos dio! Entonces veremos florecer nuestra vida y veremos cómo la luz de nuestro Señor alumbra las vidas de los demás. Él es nuestra luz, nosotros somos la lámpara. Iluminemos vidas, llevemos esperanza, disfrutemos del servicio. Así fue Jesús mientras estuvo con nosotros y así debemos ser nosotros porque estamos con Él.
Que Dios te bendiga
Rápidamente se encontró aconsejando a las familias que venían por alimentos, dirigiéndolos a lugares en los cuales conseguir refugio y ayudando a varios hombres a encontrar trabajo. Los encargados del programa le dijeron que tenía talento para trabajar con la gente y lo animaron a desarrollarlo.
Luis había estado trabajando en una posición de oficinista como auxiliar administrativo para un ejecutivo de cierta compañía. dadas sus limitaciones académicas, no había un puesto más elevado dentro de la empresa ni en su campo. Lo único que lamentaba era que nunca había ido a la universidad.
Armado de las palabras de aliento de sus compañeros voluntarios, él y su esposa vendieron su casa y “volvieron a la escuela”. Ambos recibieron finalmente grados de doctorado y se convirtieron en consejeros plenamente dedicados a su familia. Abrieron una clínica juntos y reestructuraron sus vidas, disfrutando esta vez de un sentido mucho más amplio de satisfacción personal.
Mis queridos hermanos y amigos, nunca es demasiado tarde para comenzar una nueva carrera. Y nunca es demasiado tarde para hacer otra vez un comienzo en nuestra vida espiritual. El verdadero éxito se encuentra al establecer una relación con nuestro Creador, descubrir lo que Él dispuso que fuese, ¡y entonces desarrollar los talentos y dones que nos dio! Entonces veremos florecer nuestra vida y veremos cómo la luz de nuestro Señor alumbra las vidas de los demás. Él es nuestra luz, nosotros somos la lámpara. Iluminemos vidas, llevemos esperanza, disfrutemos del servicio. Así fue Jesús mientras estuvo con nosotros y así debemos ser nosotros porque estamos con Él.
Que Dios te bendiga