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Tus fuerzas

Publicación:  miércoles 17 febrero 2021   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



¡Bendito el hombre que confía en Jehová, cuya confianza está puesta en Jehová!,  porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces. Jeremías 17:7-8


Reflexión

Hace varios meses, en un pequeño pueblo donde el hobby era el alpinismo, un padre lleno de amor, trataba de hacer llegar desde muy lejos a un hospital de la zona, una nevera con un hígado que sería transplantado a su hijo menor, el cual había sufrido un accidente al escalar una montaña. El jovencito tenía una hermana que sufría mucho pues se creía culpable de la caída de su hermano.
Durante un dialogo entre estos tres personajes se cruzaron las siguientes palabras:

Hermana mayor: Siento que haya sido mi culpa, no sé que pudo haber pasado ya que yo siempre le había revisado los amarres y nunca se había caído.

Padre: Hija yo siempre los revisaba después que tú los hacías y esta vez lo hice nuevamente, quizás cometí algún error.

Hijo menor: Papá no te culpes porque yo después que tu revisaste las amarras las solté y las hice nuevamente para demostrar que solo era suficientemente capaz para lograrlo.

Al final, el de la culpa fue el hijo quién no reposó en la experiencia de su padre.

Mis queridos hermanos y amigos, nuestro Padre celestial es Soberano sobre nuestras vidas y no deja nada al azar, pues se encarga de cada detalle de nuestra existencia. Cuando confiamos más en nuestras limitadas fuerzas y capacidades que en Su poder, Amor y Justicia, caemos desde lo alto de la montaña y sufrimos traumatismos severos que requieren de la intervención urgente de nuestro Señor para sanar. No nos engañemos, hasta nuestros errores y desobediencias están previstos por Él. Eso quiere decir omnisciente. Nuestro gran Señor TODO, TODO lo sabe.

Que Dios te bendiga