Lectura de hoy
El “Loco Harry”
Eclesiastés 8:6-8
Porque para todo lo que quieras hay un tiempo y un cómo, aunque el gran mal que pesa sobre...
REFLEXIÓN
Cuenta un creyente la siguiente historia: Hace una semana vi a Amy, una vieja amiga, en la...
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Estudio Bíblico de la semana
A.04.- Siguiendo a Jesús
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Este estudio nos lleva a reflexionar sobre la verdadera naturaleza del cristianismo como una forma de vida. ... |
Disfrutar de la vida
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He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Filipenses 4:11-12
Reflexión
Un hombre rico y emprendedor se horrorizó cuando vio a un pescador tranquilamente recostado junto a sus barca contemplando el mar y fumando apaciblemente su pipa después de haber vendido el pescado.
-¿Porqué no has salido a pescar? le preguntó el hombre emprendedor.
- ¡Porque ya he pescado bastante por hoy! -respondió el apacible pescador.
- ¿Porqué no pescas más de lo que necesitas? insistió el industrial.
- ¿Y qué iba a hacer con ello? -preguntó a su vez el pescador.
-Ganarías más dinero. Fue la respuesta. Podrías poner un motor nuevo que haría más potente a tu barca. Y podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que sacarías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas. Y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico y poderoso como yo.
- ¿Y que haría entonces? -preguntó de nuevo el pescador.
- Podrías sentarte y disfrutar de la vida respondió el hombre emprendedor.
- ¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento? respondió sonriendo el apacible pescador. ¡Eso es precisamente lo que hago!
Mis queridos hermanos y amigos, ser agradecido y contentarse con la vida que Dios nos ha concedido es disfrutar la mayor de las riquezas.
Que Dios te bendiga
-¿Porqué no has salido a pescar? le preguntó el hombre emprendedor.
- ¡Porque ya he pescado bastante por hoy! -respondió el apacible pescador.
- ¿Porqué no pescas más de lo que necesitas? insistió el industrial.
- ¿Y qué iba a hacer con ello? -preguntó a su vez el pescador.
-Ganarías más dinero. Fue la respuesta. Podrías poner un motor nuevo que haría más potente a tu barca. Y podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que sacarías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas. Y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico y poderoso como yo.
- ¿Y que haría entonces? -preguntó de nuevo el pescador.
- Podrías sentarte y disfrutar de la vida respondió el hombre emprendedor.
- ¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento? respondió sonriendo el apacible pescador. ¡Eso es precisamente lo que hago!
Mis queridos hermanos y amigos, ser agradecido y contentarse con la vida que Dios nos ha concedido es disfrutar la mayor de las riquezas.
Que Dios te bendiga