Lectura de hoy
Una disputa arreglada
1 Juan 5:20
Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al que...
REFLEXIÓN
Dos individuos discutían acaloradamente sobre la divinidad de Jesús, cuando de improviso...
» Continúa » Escuchar Audio
Reciba diariamente la Lectura de Hoy en su correo electrónico sin ningún compromiso.
Estudio Bíblico de la semana
D.01.- Identidad en Cristo
![]() |
Estudio relacionado con nuestra identidad y posición en Cristo ... |
El camino de vida
Tweet
Jehová, tú me has examinado y conocido.
Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme. Has entendido desde lejos mis pensamientos.
Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos, pues aún no está la palabra en mi lengua y ya tú, Jehová, la sabes toda.
Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano.
Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; ¡alto es, no lo puedo comprender!
¿A dónde me iré de tu espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?
Si subiera a los cielos, allí estás tú; y si en el seol hiciera mi estrado, allí tú estás.
Si tomara las alas del alba y habitara en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano y me asirá tu diestra.
Si dijera: «Ciertamente las tinieblas me encubrirán», aun la noche resplandecerá alrededor de mí. Salmo 139:1-11
Reflexión
Un hombre relata así su experiencia cristiana:
Al principio vi a Dios como mi observador, mi juez, tomando nota de todas las cosas que hice mal, como para saber si merecía el cielo o el infierno cuando muera. Él estaba allí para gobernar como un presidente. Reconocí Su foto pero realmente no le conocía.
Más adelante, cuando conocí a Jesús pareció como que si la vida fuera como andar en bicicleta. Pero era como una bicicleta tándem, y vi que Cristo estaba atrás ayudándome con el pedal.
No se cuando fue que Él sugirió que cambiáramos los lugares, pero la vida no parece ser la misma desde entonces. Cuando yo tenía el control, sabía el camino. Era un poco aburrido y predecible. Era la distancia más corta entre dos puntos. Pero cuando Él tomó las riendas, Él sabía de caminos largos y placenteros por las montañas y a través de lugares rocosos a velocidades tremendas, era el único en quien me podía sostener! Aun cuando parecía una locura, Él me dijo, "Dale al pedal!"
Me preocupé y estaba ansioso y pregunté, "¿A dónde me llevas?" Se rió y no me contestó, y comencé a aprender a confiar. Me olvidé de mi vida aburrida y le entré a la aventura. Y cuando yo decía, "tengo miedo", Él se recargaba y tocaba mi mano. Me llevó a la gente con regalos que yo necesitaba, regalos de sanidad, aceptación y gozo. Ellos me dieron regalos para llevar en mi jornada, la de mi Señor y yo.
Y nuevamente nos íbamos. Entonces Él dijo, "regala los regalos; son carga extra, mucho peso." Así lo hice con la gente que conocíamos, y encontré que en dar fui yo quien recibió y aún nuestra carga era ligera.
No le tuve confianza, al principio, en el control de mi vida. Pensé que chocaríamos; pero Él conoce secretos de bicicletas. Sabe como hacerla doblar en las esquinas y curvas difíciles, sabe como saltar a rocas grandes y limpias, sabe como volar para acortar los caminos tenebrosos.
Y ahora estoy aprendiendo a callarme y darle al pedal en lugares extraños y comienzo a disfrutar del paisaje y de la brisa fresca en mi cara, con mi grato compañero constante, JESUCRISTO.
Y cuando estoy seguro que ya no puedo más, solo sonríe, me toca y dice.... "Dale al pedal" y seguimos avanzando hacia nuestro destino.
Mis queridos hermanos y amigos, démosle al pedal y el Señor nos llevará por maravillosos lugares donde el dar es más placentero que el recibir.
Que Dios te bendiga
Al principio vi a Dios como mi observador, mi juez, tomando nota de todas las cosas que hice mal, como para saber si merecía el cielo o el infierno cuando muera. Él estaba allí para gobernar como un presidente. Reconocí Su foto pero realmente no le conocía.
Más adelante, cuando conocí a Jesús pareció como que si la vida fuera como andar en bicicleta. Pero era como una bicicleta tándem, y vi que Cristo estaba atrás ayudándome con el pedal.
No se cuando fue que Él sugirió que cambiáramos los lugares, pero la vida no parece ser la misma desde entonces. Cuando yo tenía el control, sabía el camino. Era un poco aburrido y predecible. Era la distancia más corta entre dos puntos. Pero cuando Él tomó las riendas, Él sabía de caminos largos y placenteros por las montañas y a través de lugares rocosos a velocidades tremendas, era el único en quien me podía sostener! Aun cuando parecía una locura, Él me dijo, "Dale al pedal!"
Me preocupé y estaba ansioso y pregunté, "¿A dónde me llevas?" Se rió y no me contestó, y comencé a aprender a confiar. Me olvidé de mi vida aburrida y le entré a la aventura. Y cuando yo decía, "tengo miedo", Él se recargaba y tocaba mi mano. Me llevó a la gente con regalos que yo necesitaba, regalos de sanidad, aceptación y gozo. Ellos me dieron regalos para llevar en mi jornada, la de mi Señor y yo.
Y nuevamente nos íbamos. Entonces Él dijo, "regala los regalos; son carga extra, mucho peso." Así lo hice con la gente que conocíamos, y encontré que en dar fui yo quien recibió y aún nuestra carga era ligera.
No le tuve confianza, al principio, en el control de mi vida. Pensé que chocaríamos; pero Él conoce secretos de bicicletas. Sabe como hacerla doblar en las esquinas y curvas difíciles, sabe como saltar a rocas grandes y limpias, sabe como volar para acortar los caminos tenebrosos.
Y ahora estoy aprendiendo a callarme y darle al pedal en lugares extraños y comienzo a disfrutar del paisaje y de la brisa fresca en mi cara, con mi grato compañero constante, JESUCRISTO.
Y cuando estoy seguro que ya no puedo más, solo sonríe, me toca y dice.... "Dale al pedal" y seguimos avanzando hacia nuestro destino.
Mis queridos hermanos y amigos, démosle al pedal y el Señor nos llevará por maravillosos lugares donde el dar es más placentero que el recibir.
Que Dios te bendiga