Hoy es Mayo 9, 2025
Lectura de hoy
Tapices centenarios
Filipenses 1:6
…estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará...
REFLEXIÓN
Los tapices españoles son muy famosos desde 1721. La calidad de las composiciones convierte...
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Estudio Bíblico de la semana
A.04.- Siguiendo a Jesús
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Este estudio nos lleva a reflexionar sobre la verdadera naturaleza del cristianismo como una forma de vida. ... |
La luz no encendida
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Otra vez Jesús les habló, diciendo:
—Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Juan 8:12
Reflexión
Durante la Segunda Guerra Mundial seis pilotos de la marina partieron desde su portaaviones para realizar una misión. Después de investigar el océano buscando a los submarinos del enemigo, trataron de regresar al portaaviones de noche. Debido a que había un peligro inminente, el capitán había ordenado apagar las luces de la gigante nave. Los pilotos estaban muy nerviosos intentando una y otra vez comunicarse por la radio, pidiendo que se encendiera una sola luz para poder ver la pista de aterrizaje.
Increíblemente se le dijo a los pilotos que la orden de apagar las luces no se podía revocar en ese momento. Después de muchas peticiones por parte de los pilotos, el operador del portaaviones hizo lo increíble, apagó el contacto de radio donde se comunicaban con los aviones y los pilotos, ya sin combustible, cayeron al océano.
Mis queridos hermanos y amigos, esta triste historia nos lleva a reflexionar sobre la importancia de la luz en nuestras vidas. No podemos vivir en las tinieblas y aun menos en las tinieblas espirituales. Los creyentes tenemos la seguridad de que Jesús, la luz de Dios, no se apagará nunca y siempre… siempre nos guiará de vuelta a casa.
Que Dios te bendiga
Increíblemente se le dijo a los pilotos que la orden de apagar las luces no se podía revocar en ese momento. Después de muchas peticiones por parte de los pilotos, el operador del portaaviones hizo lo increíble, apagó el contacto de radio donde se comunicaban con los aviones y los pilotos, ya sin combustible, cayeron al océano.
Mis queridos hermanos y amigos, esta triste historia nos lleva a reflexionar sobre la importancia de la luz en nuestras vidas. No podemos vivir en las tinieblas y aun menos en las tinieblas espirituales. Los creyentes tenemos la seguridad de que Jesús, la luz de Dios, no se apagará nunca y siempre… siempre nos guiará de vuelta a casa.
Que Dios te bendiga