Lectura de hoy
Como los árboles de California
1 Corintios 12:26-27
Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos...
REFLEXIÓN
Aunque nunca he visto los árboles Sequoia de California, conocidos como los "Redwoods", me...
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Estudio Bíblico de la semana
Las tres rejas
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Esto sabéis, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar...
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño. Santiago 1:19 y Salmos 34:13
Reflexión
El joven discípulo de un sabio filósofo llegó a casa de este y le dijo:
-Oye, maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia...
-¡Espera! lo interrumpe el filósofo-. ¿Ya has hecho pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
-¿Las tres rejas? preguntó el discípulo.
-Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto? preguntó el sabio.
-No. Lo oí comentar a unos vecinos dijo el discípulo.
-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien? replicó el sabio.
-No, en realidad no. Al contrario... dijo el discípulo.
-¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta? volvió a preguntar el sabio.
-A decir verdad, no. finalizó el discípulo.
-Entonces -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdadero, ni bueno ni necesario, enterrémoslo en el olvido.
Mis queridos hermanos y amigos, cuando vayamos a hablar de alguien, reflexionemos si es verdad, si edifica y si es necesario, si no lo es… ¡QUEDÉMONOS CALLADOS!
Que Dios te bendiga
-Oye, maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia...
-¡Espera! lo interrumpe el filósofo-. ¿Ya has hecho pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
-¿Las tres rejas? preguntó el discípulo.
-Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto? preguntó el sabio.
-No. Lo oí comentar a unos vecinos dijo el discípulo.
-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien? replicó el sabio.
-No, en realidad no. Al contrario... dijo el discípulo.
-¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta? volvió a preguntar el sabio.
-A decir verdad, no. finalizó el discípulo.
-Entonces -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdadero, ni bueno ni necesario, enterrémoslo en el olvido.
Mis queridos hermanos y amigos, cuando vayamos a hablar de alguien, reflexionemos si es verdad, si edifica y si es necesario, si no lo es… ¡QUEDÉMONOS CALLADOS!
Que Dios te bendiga