Lectura de hoy
Por un simple acto
Romanos 8:28
Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a...
REFLEXIÓN
Un Día de Acción de Gracias hace muchos años, una joven familia despertó en una situación...
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Estudio Bíblico de la semana
F.03.- La Intercesión
Estudio que se ocupa de contestar a la pregunta ¿Cómo le pido a Dios? ... |
Las espigas y el trigo
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Observando cómo los convidados escogían los primeros asientos a la mesa, les refirió una parábola, diciéndoles: «Cuando seas convidado por alguien a unas bodas no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él, y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: “Da lugar a este”, y entonces tengas que ocupar avergonzado el último lugar. Más bien, cuando seas convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó te diga: “Amigo, sube más arriba”. Entonces tendrás el reconocimiento de los que se sientan contigo a la mesa. Cualquiera que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido». Lucas 14:7-11
Reflexión
Iba un labrador a visitar sus campos para ver si estaba en sazón la cosecha. Había llevado consigo a su pequeña hija Luisita.
--Mira, papá, dijo la niña sin experiencia, cómo algunas de las cañas de trigo tienen la cabeza erguida y altiva; sin duda serán las mejores y las más distinguidas: esas otras de su alrededor, que la bajan casi hasta la tierra, serán seguramente las peores.
El padre cogió algunas espigas y dijo:
--Mira bien, hija mía: ¿ves estas espigas que con tanta altivez levantan la cabeza? Pues están enteramente vacías. Al contrario, estas otras que la doblan con tanta modestia, están llenas de hermosos granos.
Mis queridos hermanos y amigos, los seres humanos somos como estas espigas, el altivo y prepotente está vacío mientras que el humilde está lleno. Conviene más ser humilde que altivo porque ya lo dijo Jesús: “Cualquiera que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.”
Que Dios te bendiga
--Mira, papá, dijo la niña sin experiencia, cómo algunas de las cañas de trigo tienen la cabeza erguida y altiva; sin duda serán las mejores y las más distinguidas: esas otras de su alrededor, que la bajan casi hasta la tierra, serán seguramente las peores.
El padre cogió algunas espigas y dijo:
--Mira bien, hija mía: ¿ves estas espigas que con tanta altivez levantan la cabeza? Pues están enteramente vacías. Al contrario, estas otras que la doblan con tanta modestia, están llenas de hermosos granos.
Mis queridos hermanos y amigos, los seres humanos somos como estas espigas, el altivo y prepotente está vacío mientras que el humilde está lleno. Conviene más ser humilde que altivo porque ya lo dijo Jesús: “Cualquiera que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.”
Que Dios te bendiga