Lectura de hoy
¿Buena Suerte? ¿Mala Suerte? ¿Quién Sabe?
Romanos 8:28
Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a...
REFLEXIÓN
Una historia china habla de un anciano labrador que tenía un viejo caballo para cultivar...
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Estudio Bíblico de la semana
El navío Bounty
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Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino. Salmos 119:105
Reflexión
Una de las grandes historias de lo que las Escrituras pueden hacer surgió de la “rebelión a bordo” del navío Bounty.
Los amotinados, una vez derrotados, fueron desembarcados en la isla de Pitcairn al sur del Océano Pacífico. En la isla habían nueve amotinados, seis varones nativos, diez mujeres nativas y una joven de 15 años. Uno de los rebeldes consiguió producir alcohol crudo y ello trajo una situación terrible, grandes peleas se llevaron a cabo y todos los amotinados murieron, excepto Alexander Smith.
Resultó que Smith se encontró una Biblia. La leyó y decidió construir un estado con los indígenas de aquella isla basado directamente en las enseñanzas del Nuevo Testamento. Pasaron veinte años antes de que una embarcación americana atracara en la isla. Cuando ocurrió encontraron una comunidad totalmente cristiana. No había cárcel, porque no había crímenes. No había hospital, porque no había enfermedades. No había manicomio, porque no había enfermos mentales. No había analfabetos y en ningún lugar del mundo estaban tan seguras la vida y la propiedad humanas. El Evangelio había limpiado aquella sociedad.
Mis queridos hermanos y amigos, en los lugares y en las vidas donde se le permite la entrada a Cristo, el antiséptico del Evangelio limpia el veneno moral de la sociedad y de nosotros y nos deja puros y limpios. No en vano el Señor reveló en Su Palabra el modelo de sociedad que Él desea, está en manos nuestras ponerlo en práctica.
Que Dios te bendiga
Los amotinados, una vez derrotados, fueron desembarcados en la isla de Pitcairn al sur del Océano Pacífico. En la isla habían nueve amotinados, seis varones nativos, diez mujeres nativas y una joven de 15 años. Uno de los rebeldes consiguió producir alcohol crudo y ello trajo una situación terrible, grandes peleas se llevaron a cabo y todos los amotinados murieron, excepto Alexander Smith.
Resultó que Smith se encontró una Biblia. La leyó y decidió construir un estado con los indígenas de aquella isla basado directamente en las enseñanzas del Nuevo Testamento. Pasaron veinte años antes de que una embarcación americana atracara en la isla. Cuando ocurrió encontraron una comunidad totalmente cristiana. No había cárcel, porque no había crímenes. No había hospital, porque no había enfermedades. No había manicomio, porque no había enfermos mentales. No había analfabetos y en ningún lugar del mundo estaban tan seguras la vida y la propiedad humanas. El Evangelio había limpiado aquella sociedad.
Mis queridos hermanos y amigos, en los lugares y en las vidas donde se le permite la entrada a Cristo, el antiséptico del Evangelio limpia el veneno moral de la sociedad y de nosotros y nos deja puros y limpios. No en vano el Señor reveló en Su Palabra el modelo de sociedad que Él desea, está en manos nuestras ponerlo en práctica.
Que Dios te bendiga