Lectura de hoy

No te quejes

Filipenses 4:11-13

No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación...

REFLEXIÓN

Un grupo de misioneros, caminaban de un pueblo llamado San Francisco a Santa Catarina Loxicha...

» Continúa     » Escuchar Audio  Escuchar Audio

Reciba diariamente la Lectura de Hoy en su correo electrónico sin ningún compromiso.

Suscribete a Unanimes

Estudio Bíblico de la semana

F.06.- Comunión con Dios

Lecturas Estudio sobre nuestra comunión con Dios. ...

» Descargar     » Escuchar Audio  Estudios

La guillotina

Publicación:  martes 14 marzo 2023   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



En las muchas palabras no falta pecado; el que refrena sus labios es prudente.
Plata pura es la lengua del justo, mas es nada el corazón de los malvados.
Los labios del justo sustentan a muchos, pero los necios mueren por falta de entendimiento.
Proverbios 10:19-21


Reflexión

Llevaban a la guillotina a tres hombres. Le preguntaron al primero si quería estar boca arriba o boca abajo cuando le llegara la hora final. El contestó que quería estar boca arriba, para estar mirando al cielo al morir. Levantaron la hoja de la guillotina y la dejaron caer. La hoja cayó velozmente y de repente se detuvo a unos cuantos centímetros de su cuello.

Las autoridades consideraron esto como una intervención Divina y liberaron al hombre.

Luego, llegó el turno del segundo, quien también decidió morir mirando al cielo, esperando tener la misma suerte del primero. La cuchilla fue levantada nuevamente y soltada. Cayó velozmente y de pronto se detuvo apenas a centímetros del cuello del segundo hombre, por lo que también fue puesto en libertad.

Seguía el tercero, que era ingeniero mecánico de profesión, quien también optó por morir boca arriba.

Levantaron lentamente la hoja de la guillotina, cuando de repente el ingeniero, viendo un desperfecto en el mecanismo de la guillotina, dijo: "Hey, ya sé por qué no cae la hoja de la guillotina..."

Los verdugos arreglaron el mecanismo y el ingeniero fue puesto nuevamente en la guillotina y esta vez, funcionó perfectamente.

Mis queridos hermanos y amigos, aun cuando podamos estar ansiosos de compartir con otros lo mucho que sabemos, ¡a veces es mejor no decirlo! Frecuentemente nos metemos en problemas por decir algo que debimos callar.

Nuestro Señor nos dio dos ojos, dos oídos y una boca, hay que usarlos en esa misma proporción.

Que Dios te bendiga