Lectura de hoy

No te quejes

Filipenses 4:11-13

No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación...

REFLEXIÓN

Un grupo de misioneros, caminaban de un pueblo llamado San Francisco a Santa Catarina Loxicha...

» Continúa     » Escuchar Audio  Escuchar Audio

Reciba diariamente la Lectura de Hoy en su correo electrónico sin ningún compromiso.

Suscribete a Unanimes

Estudio Bíblico de la semana

F.06.- Comunión con Dios

Lecturas Estudio sobre nuestra comunión con Dios. ...

» Descargar     » Escuchar Audio  Estudios

La Actitud

Publicación:  martes 28 febrero 2023   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres. Colosenses 3:23


Reflexión

Cuenta un hombre el siguiente testimonio:
Hace unos veinte años vivía yo en Seattle, Estado de Washington. Durante una época pasaba verdaderamente por tiempos difíciles. No había podido encontrar un trabajo satisfactorio, aún contando con mucha experiencia y una maestría.

Para mi vergüenza conducía el autobús de una escuela, tratando de llegar a fin de mes, mientras vivía con unos amigos que me hacían el favor de hospedarme porque yo había perdido mi apartamento.

En una semana había tenido cinco entrevistas con una empresa, lo cual me daba alguna esperanza, sin embargo un día, entre el autobús y la parada, recibí una llamada para decirme que no había obtenido el empleo. Fui al garaje de autobuses y me sentí como el ser más inútil e inapropiado del planeta.

Más adelante esa tarde, mientras estaba haciendo mis rondas a través de un tranquilo barrio suburbano, tuve una onda interna, como un grito primitivo surgió de lo más profundo de mí y pensé "¿Por qué mi vida ha llegado a ser tan dura?"  "Dame una señal" , le pedí a Dios ... un señal física - no una voz interior o ese tipo de cosas."

Inmediatamente después de este grito interior detuve el autobús para dejar a una niña en su casa. Cuando ella pasó frente a mí, me entregó un arete diciendo que lo había encontrado en el piso del bus y que me lo entregaba en el caso de que alguien lo viniera a buscar. El arete tenía un estampado de metal, pintado de negro y decía: "SE FELIZ".

Al principio me enojé mucho - sí, sí, pensé. Entonces comprendí. Había estado poniendo todas mis energías en lo que es malo en mi vida y no en lo que estaba bien. Decidí entonces hacer una lista de 50 cosas por las que estaba agradecido.

Al principio fue difícil, pero después empezó a ser más fácil. Más adelante decidí que mejor llegaría la lista a 75.

Esa noche recibí una llamada telefónica para mí en la casa de mi amigo, era una directora de un gran hospital. Cerca de un año antes yo había presentado un plan de estudios a un colegio comunitario para enseñar un curso sobre gestión del estrés… qué ironía. Ella me preguntó si me gustaría hacer un seminario de un día para 200 trabajadores del hospital. Le dije que sí y obtuve el trabajo.

Mi día con los trabajadores del hospital fue excelente. Recibí una gran ovación y muchos más días de trabajo.

Hasta el día de hoy sé que fue debido a que cambió mi actitud hacia Dios a través del agradecimiento.

Por cierto, al día siguiente me encontré a la niña del arete y me preguntó si alguien lo había reclamado. Le dije que no y ella dijo: "bueno, supongo entonces que era para usted."

Mis queridos hermanos y amigos, el mundo en que vivimos nos reta constantemente a tener más, a alcanzar más, a no conformarnos, en fin, a estar incómodos. La Escritura nos reta a lo opuesto, a ser agradecidos con el Dios que nos da todo y a vivir en paz cada día con lo que tenemos. El Señor irá agregando poco a poco, lo que Él desea que alcancemos o tengamos, por algo le llamamos Señor. El creyente está llamado a ser un buen empleado, un buen jefe, un buen empresario, en fin, una buena persona. Siendo así, y si buscamos primero el Reino de Dios, Él agregará lo que considere necesario y lo que podamos administrar. Por lo tanto demos cada día gracias por lo que tenemos y dejemos de sufrir por lo que no tenemos, a eso nos ha llamado el Señor.

Que Dios te bendiga