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Por un simple acto

Romanos 8:28

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REFLEXIÓN

Un Día de Acción de Gracias hace muchos años, una joven familia despertó en una situación...

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F.03.- La Intercesión

Lecturas Estudio que se ocupa de contestar a la pregunta ¿Cómo le pido a Dios? ...

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Papi devuélveme mis manitas

Publicación:  miĆ©rcoles 25 enero 2023   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



…porque nada hemos traído a este mundo y, sin duda, nada podremos sacar. 1 Timoteo 6:7


Reflexión

Una familia había comprado recientemente un carro lujoso. El padre amaba ese auto al punto que lo había convertido en su dios.

Llegando a una estación de gasolina los padres bajaron y dejaron al niño de 3 años en el auto, con las puertas cerradas. El niño encontró un marcador con mucha tinta y comenzó a escribir en todo aquel tapizado, con un gran entusiasmo y amor. Al regresar, el padre enfurecido comenzó a golpear al niño en sus manos con mucha fuerza, hasta que tuvieron que quitarle al niño el cual ya estaba muy maltratado. Tuvieron que llevarlo rápidamente al hospital más cercano.

En el hospital los médicos les notificaron que las manos de su hijito habían quedado lisiadas de por vida por la golpiza. Encontrando al padre en la habitación envuelto en lágrimas, el niño le dice sonriente:

- ¡Hola papi, ya aprendí la lección, no lo voy hacer más papi! ¡Pero por favor que me devuelvan mis manitas!

El padre salió de aquella habitación devastado y consumido por la culpa. Aquello marcó su vida para siempre, nunca volvió a ser el mismo… ni el niño tampoco. Un objeto endiosado llamado automóvil destruyó dos vidas.

Mis queridos hermanos y amigos, ¿Por qué le damos tanta importancia a las cosas materiales al grado de lastimar a nuestros seres queridos? ¡QUÉ GRAN ESTUPIDEZ! "Una casa está hecha de roca y madera, un hogar... de amor y entrega".

A menudo descuidamos la relación de familia por logros materiales. Sacrificamos familia por realización profesional, avance en las empresas, por tener más. Castigamos a las personas que más amamos con nuestra ausencia o indiferencia bajo la excusa de “esto lo hago por ustedes”.

El precio que pagamos por nuestro éxito material o profesional, si es nuestra familia, es demasiado alto. ¡Estamos a tiempo! Ser es más importante que tener. Nuestros seres queridos son, por mucho, más importantes que nuestras posesiones. Pongamos nuestras prioridades en el orden correcto. Dios, familia, trabajo, descanso, servicio… ¡es precisamente en ese orden!

Que Dios te bendiga