Lectura de hoy
La oración de un boxeador
2 Corintios 10:3-6
Aunque andamos en la carne, no militamos según la carne, porque las armas de nuestra milicia...
REFLEXIÓN
Se cuenta que en cierto lugar un boxeador se convirtió al cristianismo y dejando las cuerdas...
» Continúa » Escuchar Audio
Reciba diariamente la Lectura de Hoy en su correo electrónico sin ningún compromiso.
Estudio Bíblico de la semana
Ser o no ser
Tweet
Hermanos, no queremos que ignoréis acerca de la tribulación que nos sobrevino en Asia, pues fuimos abrumados en gran manera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida. 2 Corintios 1:8
Reflexión
Mucha gente cita con frecuencia la famosa frase de Shakespeare: "Ser o no ser; esa es la cuestión". Pero en realidad pocos entienden lo que significa.
El personaje de Shakespeare, Hamlet, quien dice estas líneas, es un príncipe melancólico que se entera de que su tío había asesinado a su padre y se había casado con su madre. El horror de esta realidad es tan perturbador que él piensa en el suicidio. Su duda era: "Ser" (continuar viviendo) o "No Ser" (quitarse la vida).
Mis queridos hermanos y amigos, a veces, el sufrimiento de la vida puede llegar a ser tan abrumador que seremos tentados a caer en la desesperación. Las pruebas pueden hacernos creer que la vida no vale la pena ser vivida. Centrarnos en nosotros mismos puede llevarnos a la desesperación.
Poner nuestra confianza en Dios, por otra parte, nos da una perspectiva completamente diferente. Mientras vivamos en este mundo, podemos tener la certeza de que nuestro Dios Todo-Suficiente puede sostenernos. Y como seguidores de Jesús, al contrario de Hamlet, siempre tendremos un propósito divino que cumplir. Ninguno de nosotros ha venido a este mundo sin un propósito definido por nuestro Padre Celestial. Vivamos nuestra vida aportando valor a otros, a familiares, compañeros, amigos o a perfectos desconocidos que requieren de nuestra ayuda. De esta forma nunca dudaremos entre “Ser” y “No ser” como Hamlet, de esta manera viviremos una vida con propósito.
Que Dios te bendiga
El personaje de Shakespeare, Hamlet, quien dice estas líneas, es un príncipe melancólico que se entera de que su tío había asesinado a su padre y se había casado con su madre. El horror de esta realidad es tan perturbador que él piensa en el suicidio. Su duda era: "Ser" (continuar viviendo) o "No Ser" (quitarse la vida).
Mis queridos hermanos y amigos, a veces, el sufrimiento de la vida puede llegar a ser tan abrumador que seremos tentados a caer en la desesperación. Las pruebas pueden hacernos creer que la vida no vale la pena ser vivida. Centrarnos en nosotros mismos puede llevarnos a la desesperación.
Poner nuestra confianza en Dios, por otra parte, nos da una perspectiva completamente diferente. Mientras vivamos en este mundo, podemos tener la certeza de que nuestro Dios Todo-Suficiente puede sostenernos. Y como seguidores de Jesús, al contrario de Hamlet, siempre tendremos un propósito divino que cumplir. Ninguno de nosotros ha venido a este mundo sin un propósito definido por nuestro Padre Celestial. Vivamos nuestra vida aportando valor a otros, a familiares, compañeros, amigos o a perfectos desconocidos que requieren de nuestra ayuda. De esta forma nunca dudaremos entre “Ser” y “No ser” como Hamlet, de esta manera viviremos una vida con propósito.
Que Dios te bendiga