Lectura de hoy

No te quejes

Filipenses 4:11-13

No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación...

REFLEXIÓN

Un grupo de misioneros, caminaban de un pueblo llamado San Francisco a Santa Catarina Loxicha...

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F.06.- Comunión con Dios

Lecturas Estudio sobre nuestra comunión con Dios. ...

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Despedida

Publicación:  martes 25 octubre 2022   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:13-14


Reflexión

¡Lo más triste no es despedirse, sino no saber hacia adónde ir...! ¡Y lo más triste no es despedir al que parte, sino no saber dónde y para qué te quedas!

Si toda la vida es un camino, y toda la vida es una búsqueda, acéptalo, aunque te duela, toda la vida es una despedida.

¡Y sólo aprendiste a vivir, cuando aprendiste a despedirte!

Y no habrás aprendido a caminar en libertad, buscando lo no alcanzado, mientras no te hayas despedido de lo andado y lo logrado.

La libertad y la valentía que no tienes para despedirte de todo lo dejado y lo perdido, son la libertad y la fuerza que te faltan para seguir andando.

Despídete, de los padres que ya no necesitas, y cuida de ti mismo haciéndote responsable de tu vida.

Despídete, de los hijos que ya no te necesitan, y déjalos ser libres.

Despídete, de lo bueno que viviste, sin apegarte al tiempo que pasó, por temor del presente y el futuro.

Despídete, del mal que cometiste, sin atarte con culpas y reproches; perdonándote a ti mismo.

Despídete, de las ofensas que te hirieron, sin esclavizarte en la prisión del rencor y la amargura.

Despídete, de los que, muriéndose, partieron, para que dejes de esperar su regreso, y camines tu camino en la esperanza, de encontrarte tú con ellos...

Despídete, deja correr el río de la vida, llevándose las aguas que estás viendo, para que tengan lugar ante tus ojos las aguas que no viste todavía, y ya están viniendo...

Mis queridos hermanos y amigos, esta maravillosa obra de René Trossero nos lleva a reflexionar sobre nuestros apegos. Para qué aferrarse si vamos a despedirnos. Mirar atrás impide mirar hacia delante. Prosigamos hacia la meta sin mirar atrás, porque allá adelante hay un premio, el supremo llamamiento de nuestro Señor... nuestra esperanza.

Que Dios te bendiga