Lectura de hoy
Ángel de la muerte
Eclesiastés 7:14
En el día del bien goza del bien, y en el día de la adversidad, reflexiona. Dios hizo tanto...
REFLEXIÓN
En cierta ocasión, el amo de una viña grande mandó a uno de sus mejores criados a realizar...
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Estudio Bíblico de la semana
F.05.- El fruto del Espíritu
Estudio detallado del fruto del Espíritu Santo y su significado en la vida del creyente ... |
Dos amigos árabes
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En todo tiempo ama el amigo, es como un hermano en tiempo de angustia. Proverbios 17:17
Reflexión
Dice una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron. El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena: “HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGÓ UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.”
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo.
Al recuperarse tomo un estilete y escribió en una roca: “HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVÓ LA VIDA.”
Intrigado, el amigo pregunto: ¿Porqué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una roca?
Sonriendo, el otro amigo respondió: Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde ningún viento podrá borrarlo.
Mis queridos hermanos y amigos, el Señor nos hizo personas relacionales, esto es, fuimos diseñados para vivir en comunidad. Vivimos con familiares, amigos, compañeros de trabajo, gente que comparte nuestra fe, vecinos y gente que nos provee servicios de todo tipo, panaderos, carniceros, etc. La responsabilidad de cómo relacionarnos con todas esas personas es nuestra. Nosotros decidimos qué hacer con sus virtudes y qué hacer con sus defectos, porque todos ellos, así como nosotros, tienen virtudes y tienen defectos. El Señor nos manda a apreciar sus virtudes y a tolerar sus defectos, así cumpliremos con el mandato “amar al prójimo como a nosotros mismos” y glorificaremos a nuestro Padre que está en los cielos.
Que Dios te bendiga
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo.
Al recuperarse tomo un estilete y escribió en una roca: “HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVÓ LA VIDA.”
Intrigado, el amigo pregunto: ¿Porqué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una roca?
Sonriendo, el otro amigo respondió: Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde ningún viento podrá borrarlo.
Mis queridos hermanos y amigos, el Señor nos hizo personas relacionales, esto es, fuimos diseñados para vivir en comunidad. Vivimos con familiares, amigos, compañeros de trabajo, gente que comparte nuestra fe, vecinos y gente que nos provee servicios de todo tipo, panaderos, carniceros, etc. La responsabilidad de cómo relacionarnos con todas esas personas es nuestra. Nosotros decidimos qué hacer con sus virtudes y qué hacer con sus defectos, porque todos ellos, así como nosotros, tienen virtudes y tienen defectos. El Señor nos manda a apreciar sus virtudes y a tolerar sus defectos, así cumpliremos con el mandato “amar al prójimo como a nosotros mismos” y glorificaremos a nuestro Padre que está en los cielos.
Que Dios te bendiga