Lectura de hoy
Si Jesús no hubiera nacido
Lucas 2:8-11
Cerca de Belén había unos pastores que pasaban la noche en el campo cuidando sus ovejas...
REFLEXIÓN
Hace un tiempo un maestro detalló una anécdota descrita en el libro de devocionales "Manantiales...
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Estudio Bíblico de la semana
A.04.- Siguiendo a Jesús
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Este estudio nos lleva a reflexionar sobre la verdadera naturaleza del cristianismo como una forma de vida. ... |
Vuelve a casa
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Deje el impío su camino y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová,el cual tendrá de él misericordia, al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Isaías 55:7
Reflexión
Había una vez una viuda, que vivía con su hijo en un miserable desván. Años atrás, la mujer se había casado en contra de la voluntad de sus padres y se marchó a vivir con su esposo en un lejano país.
Su esposo fue un hombre infiel e irresponsable y después de varios años, murió sin haber hecho provisión alguna para ella y su hijo. Con gran dificultad, logró hacer frente a las necesidades básicas de la vida.
Los momentos más felices en la vida del niño, fueron cuando la madre lo tomaba en sus brazos y le contaba sobre la casa de su abuelo en el antiguo país. Ella le hablaba sobre el césped verde, los elevados árboles, las flores silvestres, las hermosas pinturas y las deliciosas cenas.
El chico nunca había visto la casa de su abuelo, pero para él, era el lugar más hermoso en todo el mundo. Anhelaba la llegada del momento, en que iría a vivir allí.
Cierto día, el cartero tocó a la puerta del desván. La madre reconoció la escritura en el sobre y con dedos temblorosos lo abrió. En su interior había un cheque y una hoja de papel en la que podía leerse solo tres palabras: "Vuelve a casa".
Mis queridos hermanos y amigos, así como el padre de la historia, nuestro Señor nos asegura que comprende nuestros dolores y fracasos y nos concede el milagro de milagros: nos perdona y continúa amándonos y al final nos dirá… VUELVE A CASA
Que Dios te bendiga
Su esposo fue un hombre infiel e irresponsable y después de varios años, murió sin haber hecho provisión alguna para ella y su hijo. Con gran dificultad, logró hacer frente a las necesidades básicas de la vida.
Los momentos más felices en la vida del niño, fueron cuando la madre lo tomaba en sus brazos y le contaba sobre la casa de su abuelo en el antiguo país. Ella le hablaba sobre el césped verde, los elevados árboles, las flores silvestres, las hermosas pinturas y las deliciosas cenas.
El chico nunca había visto la casa de su abuelo, pero para él, era el lugar más hermoso en todo el mundo. Anhelaba la llegada del momento, en que iría a vivir allí.
Cierto día, el cartero tocó a la puerta del desván. La madre reconoció la escritura en el sobre y con dedos temblorosos lo abrió. En su interior había un cheque y una hoja de papel en la que podía leerse solo tres palabras: "Vuelve a casa".
Mis queridos hermanos y amigos, así como el padre de la historia, nuestro Señor nos asegura que comprende nuestros dolores y fracasos y nos concede el milagro de milagros: nos perdona y continúa amándonos y al final nos dirá… VUELVE A CASA
Que Dios te bendiga