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El cargador de agua

Publicación:  lunes 10 enero 2022   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



El plan de Jehová permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón, por todas las generaciones. Salmos 33:11


Reflexión

Así se cuenta una historia de la India:
Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota sólo tenía la mitad del agua.

Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque sólo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación. Después de dos años, la vasija quebrada le habló al aguador así diciéndole:  

- Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas solo puedes entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir.  

El aguador, le dijo compasivamente:

- Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino.

Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio muchísimas flores hermosas a lo largo del camino, pero de todos modos se sentía apenada porque al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.  

El aguador le dijo entonces:

¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado y por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Maestro. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza.  

Mis queridos hermanos y amigos, nuestro gran Señor nos conoce plenamente y saca provecho tanto de nuestras virtudes como de nuestros defectos. Solo Él nos ama como somos y poco a poco va formando al creyente que Él desea que seamos. Al final del camino nos habrá completado y nos mostrará todo aquello que pasamos por alto mientras corríamos la carrera de la vida. Para nosotros nuestra vida es una obra en construcción y nuestro Señor, el constructor, ya conoce el resultado final. No hay fuerza que se le pueda oponer al cumplimiento de su plan para nosotros… sencillamente no la hay.

Que Dios te bendiga