Lectura de hoy
Ángel de la muerte
Eclesiastés 7:14
En el día del bien goza del bien, y en el día de la adversidad, reflexiona. Dios hizo tanto...
REFLEXIÓN
En cierta ocasión, el amo de una viña grande mandó a uno de sus mejores criados a realizar...
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Estudio Bíblico de la semana
F.05.- El fruto del Espíritu
Estudio detallado del fruto del Espíritu Santo y su significado en la vida del creyente ... |
Enseñar con el ejemplo
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Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús:
Él, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo… Filipenses 2:5-7
Reflexión
En una ocasión una abuela trajo su nieto a Mahama Gandhi. El niño tenía un apetito insaciable por el azúcar lo cual estaba poniendo en peligro su salud.
“Por favor, ella suplicó a Gandhi, dígale a mi nieto que deje de comer azúcar, ya que se que él lo respeta mucho a usted, yo se que él le escuchará lo que usted le diga. Gandhi les pidió que se fueran y regresaran en cuatro días.
Cuatro días más tarde regresaron la abuela y el nieto. Gandhi mirando a los ojos al nieto de la señora le dijo con autoridad: “ Deje de comer azúcar, estás hiriendo tu cuerpo”.
Después de un breve silencio, la abuela le preguntó a Gandhi. Señor , ¿por qué usted nos pidió esperar cuatro días y regresar, si esto mismo lo hubiera dicho el día que vine?
Gandhi respondió: “Señora, hace cuatro días yo estaba comiendo azúcar y no podía hablarle con autoridad a su nieto. Ahora puedo, porque hace cuatro días dejé de comer azúcar”.
Mis queridos hermanos y amigos, es una realidad, el mejor maestro no enseña con palabras sino con hechos, él vive lo que predica y predica lo que vive. Ya sea que tengamos discípulos, alumnos, hijos o colaboradores que nos reportan, nuestro ejemplo habla con más fuerza que nuestras palabras. El modelo a seguir, sin duda alguna es Jesús, el cual predicó con el ejemplo, vino a servir y no a ser servido y se convirtió en el ser más relevante y de más impacto en la historia de la humanidad. Si somos sus seguidores debemos predicar con el ejemplo, Él no nos dejó otra forma de hacerlo.
Que Dios te bendiga
“Por favor, ella suplicó a Gandhi, dígale a mi nieto que deje de comer azúcar, ya que se que él lo respeta mucho a usted, yo se que él le escuchará lo que usted le diga. Gandhi les pidió que se fueran y regresaran en cuatro días.
Cuatro días más tarde regresaron la abuela y el nieto. Gandhi mirando a los ojos al nieto de la señora le dijo con autoridad: “ Deje de comer azúcar, estás hiriendo tu cuerpo”.
Después de un breve silencio, la abuela le preguntó a Gandhi. Señor , ¿por qué usted nos pidió esperar cuatro días y regresar, si esto mismo lo hubiera dicho el día que vine?
Gandhi respondió: “Señora, hace cuatro días yo estaba comiendo azúcar y no podía hablarle con autoridad a su nieto. Ahora puedo, porque hace cuatro días dejé de comer azúcar”.
Mis queridos hermanos y amigos, es una realidad, el mejor maestro no enseña con palabras sino con hechos, él vive lo que predica y predica lo que vive. Ya sea que tengamos discípulos, alumnos, hijos o colaboradores que nos reportan, nuestro ejemplo habla con más fuerza que nuestras palabras. El modelo a seguir, sin duda alguna es Jesús, el cual predicó con el ejemplo, vino a servir y no a ser servido y se convirtió en el ser más relevante y de más impacto en la historia de la humanidad. Si somos sus seguidores debemos predicar con el ejemplo, Él no nos dejó otra forma de hacerlo.
Que Dios te bendiga