Lectura de hoy

Ángel de la muerte

Eclesiastés 7:14

En el día del bien goza del bien, y en el día de la adversidad, reflexiona. Dios hizo tanto...

REFLEXIÓN

En cierta ocasión, el amo de una viña grande mandó a uno de sus mejores criados a realizar...

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Sin palabras ante tan tremenda lección

Publicación:  lunes 23 agosto 2021   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



Muchos hay que proclaman su propia bondad, pero un hombre de verdad, ¿quién lo hallará?
Camina en su integridad el justo y sus hijos son dichosos después de él.
Proverbios 20:6-7


Reflexión

En España, en la carrera del Cross de Navarra de Burlada, el pasado 2 de diciembre del año 2013 sucedió un hecho que nos demuestra que el testimonio y la integridad de una persona se reflejan en todos los ámbitos de su vida.

El atleta keniano, Abel Mutai, medalla de oro en los pasados Juegos Olímpicos de Londres 2012, estaba a punto de ganar la prueba cuando confunde el tramo final de la competencia. Creyendo haber ganado y con algunos metros por recorrer, aflojó totalmente el paso y relajado, comenzó a saludar al público creyéndose vencedor.

Iván Fernández Anaya, que venia segundo, al ver que se equivocaba y se paraba metros antes de la meta, no quiso aprovechar la ocasión para rebasarlo y ganar. Se quedó atrás de él y con gestos para que le entendiera y casi empujándolo, llevó al keniano hasta la meta, dejándolo pasar por delante.

Iván Fernández Anaya, corredor español de 24 años afirmó al terminar la prueba: "Aunque me hubieran dicho que ganando tenía plaza en la selección española para el campeonato europeo, no me habría aprovechado. Creo que es mejor lo que he hecho que si hubiera ganado. Y esto es muy importante, porque hoy en día, tal como están las cosas en todos los ambientes, en el fútbol, en la sociedad, en la política, donde parece que todo lo honesto ha perdido su valor, un gesto de honradez va muy bien ".

Mis queridos hermanos y amigos, ¡cuanta falta le hace al mundo gente de integridad! Hoy en día se alaba al astuto, al que toma los atajos de la vida, al que quiere la recompensa inmediata porque no puede esperar el arduo proceso del trabajo duro y honesto. A las personas íntegras que pagan sus impuestos puntualmente, que no sacan ventajas deshonestas y que siempre desean tener relaciones ganar-ganar, se les califica de tontos e incautos. Sin embargo es a estos a quienes alaba el Señor. Los rectos de corazón que viven conforme a la voluntad de nuestro Padre, verán su recompensa cuando llegue la hora de rendir cuentas a Aquel que todo lo sabe y todo lo ve.

Caminemos con integridad, reflejemos la imagen de Jesús en nosotros y hagamos como dice el Señor en el Sermón del Monte: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”.

Que Dios te bendiga