Hoy es Abril 25, 2024
Lectura de hoy
No te quejes
Filipenses 4:11-13
No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación...
REFLEXIÓN
Un grupo de misioneros, caminaban de un pueblo llamado San Francisco a Santa Catarina Loxicha...
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Estudio Bíblico de la semana
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Jehová, tú me has examinado y conocido.
Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme.
Has entendido desde lejos mis pensamientos.
Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos, pues aún no está la palabra en mi lengua y ya tú, Jehová, la sabes toda.
Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano. Salmos 139:1-5
Reflexión
La gente de nuestro tiempo acostumbra hablar usando estereotipos sin reparar en el hecho que son irreales y negativos. Por lo general estas ideas se expresan con frases altisonantes, que aparentan ser llenas de sabiduría, pero en el fondo no son más que palabras cuidadosamente combinadas para aparentar intelectualidad.
Hay gente que afirma: “las personas nunca cambian verdaderamente, sólo dan una imagen mejorada de sí mismas”. El presidente de un país dijo en una ocasión que sus vecinos eran “todos corruptos, desde el primero hasta el último” (cuando esto se hizo público tuvo que viajar a esa nación para ofrecer disculpas por el exabrupto). Y en el ambiente laboral constantemente se dice: “nadie es imprescindible”.
Es inspirador redescubrir el Salmo 139, donde el famoso rey David afirma, entre otras cosas: “Dios mío, tú me conoces muy bien; ¡sabes todo acerca de mí! ¡Jamás podría yo alejarme de tu espíritu, o pretender huir de ti! Tú fuiste quien me formó en el vientre de mi madre, quien formó cada parte de mi cuerpo. Soy una creación maravillosa, y por eso te doy gracias”.
La religión organizada también utiliza frases hechas que pretenden condicionar nuestra forma de pensar y entender a Dios, nuestro Creador. Sin embargo, ¡qué diferencia encontramos en este poema de David, cuando concluye: “Dios mío, mira en el fondo de mi corazón, y pon a prueba mis pensamientos, dime si mi conducta no te agrada, y enséñame a vivir como quieres que yo viva”!
Mis queridos hermanos y amigos, comprendamos esto bien. ¡Todos somos imprescindibles! Si alguno de nosotros no existiera, el mundo no sería el mismo, porque fuimos creados por Dios como personas únicas. Esto nos otorga un gran privilegio, pero al mismo tiempo la suprema responsabilidad de relacionarnos con Él de manera única, porque, como dice la Escritura: “pues hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hombre. ¡Atrevámonos a vivir esta realidad y nuestra vida cambiará para siempre!
Que Dios te bendiga
Hay gente que afirma: “las personas nunca cambian verdaderamente, sólo dan una imagen mejorada de sí mismas”. El presidente de un país dijo en una ocasión que sus vecinos eran “todos corruptos, desde el primero hasta el último” (cuando esto se hizo público tuvo que viajar a esa nación para ofrecer disculpas por el exabrupto). Y en el ambiente laboral constantemente se dice: “nadie es imprescindible”.
Es inspirador redescubrir el Salmo 139, donde el famoso rey David afirma, entre otras cosas: “Dios mío, tú me conoces muy bien; ¡sabes todo acerca de mí! ¡Jamás podría yo alejarme de tu espíritu, o pretender huir de ti! Tú fuiste quien me formó en el vientre de mi madre, quien formó cada parte de mi cuerpo. Soy una creación maravillosa, y por eso te doy gracias”.
La religión organizada también utiliza frases hechas que pretenden condicionar nuestra forma de pensar y entender a Dios, nuestro Creador. Sin embargo, ¡qué diferencia encontramos en este poema de David, cuando concluye: “Dios mío, mira en el fondo de mi corazón, y pon a prueba mis pensamientos, dime si mi conducta no te agrada, y enséñame a vivir como quieres que yo viva”!
Mis queridos hermanos y amigos, comprendamos esto bien. ¡Todos somos imprescindibles! Si alguno de nosotros no existiera, el mundo no sería el mismo, porque fuimos creados por Dios como personas únicas. Esto nos otorga un gran privilegio, pero al mismo tiempo la suprema responsabilidad de relacionarnos con Él de manera única, porque, como dice la Escritura: “pues hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hombre. ¡Atrevámonos a vivir esta realidad y nuestra vida cambiará para siempre!
Que Dios te bendiga