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Lecturas Estudio que se ocupa de contestar a la pregunta ¿Cómo le pido a Dios? ...

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El incorruptible Fabricio

Publicación:  viernes 4 junio 2021   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



Júzgame, Jehová, porque yo en integridad he andado; he confiado asimismo en Jehová sin titubear.
Escudríñame, Jehová, y pruébame; examina mis íntimos pensamientos y mi corazón, porque tu misericordia está delante de mis ojos y ando en tu verdad.
Salmos 26:1-3


Reflexión

El nombre de Fabricio Lucio, célebre general romano de los tiempos primitivos de expansión de la República, ha quedado en la historia como emblema de probidad, sencillez, desinterés e integridad ciudadanas. Se dice que “hallándose el famoso general en la más completa pobreza fue nombrado embajador por la República, para ir a tratar con Pirro, rey de Epiro, sobre asuntos de la mayor importancia concernientes a su patria. Pirro lo recibió en su corte con las mayores distinciones y trató de inducirlo para que secundara sus proyectos, contrarios a Roma, ofreciéndole honores elevados y grandes riquezas.”

Pirro conocía las valías morales de Fabricio, con quien había luchado en acciones bélicas sin que hubiera logrado vencerlo. Conocía la entereza de carácter del noble Fabricio y creyó que si lograba inclinarlo a su favor habría hecho una trascendente adquisición. En efecto, Pirro, haciendo uso de su habilidad, de su talento y sus riquezas, y aprovechando la pobreza de Fabricio, le hizo insinuaciones morbosas, indignas de la elevada moral del ciudadano íntegro.

La contestación de Fabricio fue la siguiente: “Si aún me crees honrado; ¿por qué pretendes corromperme? Y si me crees capaz de dejarme sobornar, ¿de qué puedo servirte?” Tan elocuente contestación hizo retroceder a Pirro y le proporcionó una visión de un hombre cabal, digno de la más alta consideración.

Mis queridos hermanos y amigos, qué fácil puede ser que seamos arrastrados por las olas de corrupción. Podemos olvidar que lo más valioso ni se compra, ni se vende. Lo más precioso es mantener libre la conciencia y el corazón puro. Las ofertas llegan, la tentación acecha, pero hoy podemos levantar nuestro rostro y decirle al Señor, hoy diré NO, a todo aquello que puede comprometer los principios y robarte Tu gloria.

Que Dios te bendiga