Lectura de hoy

Tapices centenarios

Filipenses 1:6

…estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará...

REFLEXIÓN

Los tapices españoles son muy famosos desde 1721. La calidad de las composiciones convierte...

» Continúa     » Escuchar Audio  Escuchar Audio

Reciba diariamente la Lectura de Hoy en su correo electrónico sin ningún compromiso.

Suscribete a Unanimes

Estudio Bíblico de la semana

A.04.- Siguiendo a Jesús

Lecturas Este estudio nos lleva a reflexionar sobre la verdadera naturaleza del cristianismo como una forma de vida. ...

» Descargar     » Escuchar Audio  Estudios

Fin de la pelea

Publicación:  miĆ©rcoles 29 enero 2025   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os odian y orad por los que os ultrajan y os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos y llover sobre justos e injustos. Si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. Mateo 5:44-48


Reflexión

El titular del periódico decía: No hay fin al ciclo de venganza en el Medio Oriente. A raíz de bombardeos suicidas y represalias militares, el artículo hablaba de un hombre de 28 años consumido por la venganza de la muerte de su tío. «Cuando matan a alguien a quien tú quieres –dijo– no puedes dormir; tienes que hacer algo.» Pero incluso después de matar a dos hombres a quienes él consideraba enemigos, todavía no se sentía satisfecho. El artículo periodístico finalizaba diciendo: "Nadie puede ganar tratando de empatar"

Mis queridos hermanos y amigos, la sed de venganza proviene del veneno del rencor. Este veneno carcome y pudre la existencia del hombre. Curiosamente, pese a que nos daña tanto, nos rehusamos a dejarlo ir. ¿Perdonar? decimos, de ninguna manera. La persona que es destinataria de nuestro rencor no sufre daño por él mientras que nosotros que lo sentimos nos vamos consumiendo hasta que no queda nada. Hagamos un buen negocio, librémonos de nuestro rencor y perdonemos. Ahora mismo, hagamos un inventario de nuestras heridas y expresemos a viva voz nuestro perdón. Eso nos libera y trae paz a la vez que cumplimos con un mandato de nuestro Señor. Él nos quiere ver en paz y nosotros queremos estar en ella. Para ser como Jesús hay que perdonar como Él lo hizo.

Que Dios te bendiga