Lectura de hoy
Tapices centenarios
Filipenses 1:6
…estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará...
REFLEXIÓN
Los tapices españoles son muy famosos desde 1721. La calidad de las composiciones convierte...
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Estudio Bíblico de la semana
A.04.- Siguiendo a Jesús
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Este estudio nos lleva a reflexionar sobre la verdadera naturaleza del cristianismo como una forma de vida. ... |
Pecas
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...así como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir, porque escrito está:«Sed santos, porque yo soy santo» 2 Pedro 1:15-16
Reflexión
Dios tiene maneras creativas y aún divertidas para comunicarse con nosotros, para llamar nuestra atención y guiarnos. Sólo tenemos que estar atentos y por supuesto obedecerle.
Es esto lo que nos muestra la anécdota de Juan, un joven creyente a quien le habló Dios de una manera muy singular.
Juan aguardaba el autobús para regresar a casa. Aburrido por la larga espera, comenzó a mirar a su alrededor. Cerca de donde él se hallaba había un puesto de revistas y Juan echó un vistazo por las diferentes ediciones. De manera casi imperceptible, sus ojos lograron captar portadas de revistas pornográficas que se vendían allí. El muchacho, amante de Dios, retiró por supuesto la vista de aquellas publicaciones rápidamente.
No obstante, los minutos pasaban y el autobús continuaba sin llegar. Juan volvió a mirar, esta vez, de manera un poco más detenida las revistas y se detuvo un poquitín más de tiempo en las portadas donde aparecían fotografiadas chicas guapas semidesnudas. Así como el tiempo pasaba, Juan regresaba la vista a esas revistas y antes de que se diera cuenta se hallaba analizando con más detalle aquellas fotografías que comercialmente se conocen como eróticas o “artísticas”. De pronto, la bocina de un camión que transportaba materiales de construcción provocó un sobresalto en Juan. El chofer al pasar por la calle había sonado la bocina y Juan, dando un brinco por el susto, miró hacia el camión instantáneamente. Lo que sucedió a continuación dejó sin aliento al muchacho. Escrito en el costado del camión se hallaba la siguiente palabra, que evidentemente era el nombre que el camionero había puesto a su camión: "Pecas". Seguramente, el dueño de aquel transporte lo había rotulado así debido a algún apodo suyo o de algún familiar (en algunas poblaciones se le dice así a las personas que tiene muchas “pecas”, pequeñas marchitas que normalmente se encuentran en la cara y extremidades).
Para Juan el mensaje fue directo: ¡PECAS!
Reaccionó como un soldado de Dios: “sí, Señor, tienes razón, estoy pecando, perdóname por quedarme mirando esas revistas”. Y acto seguido, se alejó lo más que pudo del puesto, sorprendido y atónito de la manera en que había sido librado de la tentación. Dios había echo sonar una bocina para captar su atención y luego dio el mensaje contundente.
Mis queridos hermanos y amigos, la santidad perfecta de Dios no nos deja más opciones que no pecar. El apóstol Pedro nos dejó ese gran recordatorio de parte de Dios: "sed santos porque yo soy santo". Los creyentes no tenemos más opción, hay que ser santos, huir del pecado, buscar agradar a Dios a través de nuestra conducta cotidiana. Es precisamente de esto de lo que se trata ser cristiano, es vivir una vida para nuestro Señor.
Que Dios te bendiga
Es esto lo que nos muestra la anécdota de Juan, un joven creyente a quien le habló Dios de una manera muy singular.
Juan aguardaba el autobús para regresar a casa. Aburrido por la larga espera, comenzó a mirar a su alrededor. Cerca de donde él se hallaba había un puesto de revistas y Juan echó un vistazo por las diferentes ediciones. De manera casi imperceptible, sus ojos lograron captar portadas de revistas pornográficas que se vendían allí. El muchacho, amante de Dios, retiró por supuesto la vista de aquellas publicaciones rápidamente.
No obstante, los minutos pasaban y el autobús continuaba sin llegar. Juan volvió a mirar, esta vez, de manera un poco más detenida las revistas y se detuvo un poquitín más de tiempo en las portadas donde aparecían fotografiadas chicas guapas semidesnudas. Así como el tiempo pasaba, Juan regresaba la vista a esas revistas y antes de que se diera cuenta se hallaba analizando con más detalle aquellas fotografías que comercialmente se conocen como eróticas o “artísticas”. De pronto, la bocina de un camión que transportaba materiales de construcción provocó un sobresalto en Juan. El chofer al pasar por la calle había sonado la bocina y Juan, dando un brinco por el susto, miró hacia el camión instantáneamente. Lo que sucedió a continuación dejó sin aliento al muchacho. Escrito en el costado del camión se hallaba la siguiente palabra, que evidentemente era el nombre que el camionero había puesto a su camión: "Pecas". Seguramente, el dueño de aquel transporte lo había rotulado así debido a algún apodo suyo o de algún familiar (en algunas poblaciones se le dice así a las personas que tiene muchas “pecas”, pequeñas marchitas que normalmente se encuentran en la cara y extremidades).
Para Juan el mensaje fue directo: ¡PECAS!
Reaccionó como un soldado de Dios: “sí, Señor, tienes razón, estoy pecando, perdóname por quedarme mirando esas revistas”. Y acto seguido, se alejó lo más que pudo del puesto, sorprendido y atónito de la manera en que había sido librado de la tentación. Dios había echo sonar una bocina para captar su atención y luego dio el mensaje contundente.
Mis queridos hermanos y amigos, la santidad perfecta de Dios no nos deja más opciones que no pecar. El apóstol Pedro nos dejó ese gran recordatorio de parte de Dios: "sed santos porque yo soy santo". Los creyentes no tenemos más opción, hay que ser santos, huir del pecado, buscar agradar a Dios a través de nuestra conducta cotidiana. Es precisamente de esto de lo que se trata ser cristiano, es vivir una vida para nuestro Señor.
Que Dios te bendiga