Lectura de hoy
El valor del tiempo
Eclesiastés 8:6-7
Porque para todo lo que quieras hay un tiempo y un cómo, aunque el gran mal que pesa sobre...
REFLEXIÓN
Para darse cuenta del valor de un año, preguntémosle a un estudiante que ha fallado en un...
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El valor del tiempo
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Porque para todo lo que quieras hay un tiempo y un cómo, aunque el gran mal que pesa sobre el hombre es no saber lo que ha de ocurrir; y el cuándo haya de ocurrir, ¿quién se lo va a anunciar? Eclesiastés 8:6-7
Reflexión
Para darse cuenta del valor de un año, preguntémosle a un estudiante que ha fallado en un examen final.
Para darse cuenta del valor de un mes, preguntémosle a una madre que ha dado a luz a un bebé prematuro.
Para darse cuenta del valor de una semana, preguntémosle al editor de un diario semanal.
Para darse cuenta del valor de una hora, preguntémosle a los novios que esperan para verse.
Para darse cuenta del valor de un minuto, preguntémosle a la persona que ha perdido el tren, el autobús o el avión y que está desesperanzada en el andén, viendo cómo se va su transporte.
Para darse cuenta del valor de un segundo, preguntémosle a la persona que ha sobrevivido de un accidente.
Para darse cuenta del valor de un milisegundo, preguntémosle a la persona que ha ganado una medalla de plata en las olimpiadas y no la de oro.
Mis queridos hermanos y amigos, el tiempo no espera a nadie, Atesoremos cada momento que tengamos y lo atesoramos más cuando podemos compartirlo. Cuando se dona dinero para una buena causa normalmente lo damos de lo que nos sobra. Cuando somos voluntarios en una buena causa donamos tiempo… y el tiempo es vida.
Que Dios te bendiga
Para darse cuenta del valor de un mes, preguntémosle a una madre que ha dado a luz a un bebé prematuro.
Para darse cuenta del valor de una semana, preguntémosle al editor de un diario semanal.
Para darse cuenta del valor de una hora, preguntémosle a los novios que esperan para verse.
Para darse cuenta del valor de un minuto, preguntémosle a la persona que ha perdido el tren, el autobús o el avión y que está desesperanzada en el andén, viendo cómo se va su transporte.
Para darse cuenta del valor de un segundo, preguntémosle a la persona que ha sobrevivido de un accidente.
Para darse cuenta del valor de un milisegundo, preguntémosle a la persona que ha ganado una medalla de plata en las olimpiadas y no la de oro.
Mis queridos hermanos y amigos, el tiempo no espera a nadie, Atesoremos cada momento que tengamos y lo atesoramos más cuando podemos compartirlo. Cuando se dona dinero para una buena causa normalmente lo damos de lo que nos sobra. Cuando somos voluntarios en una buena causa donamos tiempo… y el tiempo es vida.
Que Dios te bendiga