Lectura de hoy
¿Buena Suerte? ¿Mala Suerte? ¿Quién Sabe?
Romanos 8:28
Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a...
REFLEXIÓN
Una historia china habla de un anciano labrador que tenía un viejo caballo para cultivar...
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Estudio Bíblico de la semana
Decisiones
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Y esto pido en oración:que vuestro amor abunde aún más y más en conocimiento y en toda comprensión, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprochables para el día de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios. Filipenses 1:9-11
Reflexión
Cierto empleado conversaba un día con su jefe, a quien consideraba una persona exitosa.
-”Y dígame”, le preguntó el empleado “¿Cómo es que ha logrado su éxito?”
-”Lo resumo en dos palabras” contestó.
-”Y ¿cuáles son esas palabras?”
-”Buenas decisiones”.
No conforme con la respuesta, el empleado preguntó de nuevo.
-¿Y cómo logra tomar las decisiones correctas?”
-”Lo resumo en una palabra, experiencia”
-”Y ¿cómo ha conseguido su experiencia?”
-”Lo resumo en dos palabras” respondió.
-”Y ¿cuáles son esas dos palabras?”
-”Malas decisiones”
Mis queridos hermanos y amigos, si queremos tomar alguna ventaja de nuestros errores, entonces tenemos que cometer algunos. Con el paso del tiempo, mientras cometamos errores distintos en cada ocasión, entonces estaremos aprendiendo y creciendo. Las malas decisiones pueden ser una excelente oportunidad de aprender, porque la única manera de aprender a tomar buenas decisiones es equivocándonos en algunas de las malas.
Así que, no lo pensemos más, atrevámonos a tomar decisiones, hagámoslo con todo el valor que tengamos, a fin de cuentas, las malas decisiones nos convertirán en personas más sabias.
Solo hay un ser que no comete errores y por lo tanto no tiene necesidad de aprender, Aquel que es lleno de todo conocimiento, Aquel que todo lo sabe… nuestro Señor. El resto de nosotros, nos equivocaremos y aprenderemos en el proceso.
Que Dios te bendiga
-”Y dígame”, le preguntó el empleado “¿Cómo es que ha logrado su éxito?”
-”Lo resumo en dos palabras” contestó.
-”Y ¿cuáles son esas palabras?”
-”Buenas decisiones”.
No conforme con la respuesta, el empleado preguntó de nuevo.
-¿Y cómo logra tomar las decisiones correctas?”
-”Lo resumo en una palabra, experiencia”
-”Y ¿cómo ha conseguido su experiencia?”
-”Lo resumo en dos palabras” respondió.
-”Y ¿cuáles son esas dos palabras?”
-”Malas decisiones”
Mis queridos hermanos y amigos, si queremos tomar alguna ventaja de nuestros errores, entonces tenemos que cometer algunos. Con el paso del tiempo, mientras cometamos errores distintos en cada ocasión, entonces estaremos aprendiendo y creciendo. Las malas decisiones pueden ser una excelente oportunidad de aprender, porque la única manera de aprender a tomar buenas decisiones es equivocándonos en algunas de las malas.
Así que, no lo pensemos más, atrevámonos a tomar decisiones, hagámoslo con todo el valor que tengamos, a fin de cuentas, las malas decisiones nos convertirán en personas más sabias.
Solo hay un ser que no comete errores y por lo tanto no tiene necesidad de aprender, Aquel que es lleno de todo conocimiento, Aquel que todo lo sabe… nuestro Señor. El resto de nosotros, nos equivocaremos y aprenderemos en el proceso.
Que Dios te bendiga